Su paso por la tele le cambió la vida para siempre hace 10 años. Elba Rodríguez cocinaba para su familia y cuando vio la convocatoria para la primera edición de Masterchef Argentina se preguntó: “¿Por qué no en un reality?”.
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En el programa impactó con una sopa de maní que cautivó al jurado. La consigna era recrear los sabores de la infancia. Y Elba no dudó en preparar el plato que solía comer los inviernos en su casa.
“La cocina para mí era una manera de dar amor y aprovechar cada momento. Era la chica que llevaba las pizzas caseras para compartir, el amor estaba presente en la cocina”, dijo durante el casting de selección para Masterchef.
La reinvención de Elba de Masterchef
La exposición mediática ya pasó y Elba encontró su espacio en la pantalla en el canal evangélico Unife. Allí, conduce un magazine Viva la vida a la mañana de lunes a viernes, de 9 a 13. Allí, como era de esperar, cocina en vivo.. Los fines de semana trabaja como istrativa en la guardia de la Unidad de Pronta Atención de Wilde.
Elba es mamá de Agustina, de 8 años. Luego, genera contenidos para sus redes sociales. Allí también comparte recetas.
Por ahora, Elba decidió postergar el sueño de tener un restaurante propio. “por ahora no tengo tiempo para dedicarle a semejante proyecto”, suele decir cuando le preguntan en su cuenta de Instagram.
Hace 3 años, había dado otro golpe mediático con una producción en ropa interior que sorprendió a sus seguidores. “Una propuesta de lencería hecha a medida. Porque nosotras no tenemos que adaptarnos a las prendas sino ellas a nosotras”, sostuvo en su momento en el texto junto a las imágenes.
