El repulgue de las empanadas es un arte que, más allá de la receta en sí, tiene mucho que ver con la destreza y la tradición que se transmite de generación en generación. Es ese toque final que le da carácter a cada empanada, un sello que indica que, además de su sabor, hay un trabajo artesanal detrás.
Sin embargo, no hace falta ser un experto para lograr un buen repulgue:. Con algunas técnicas sencillas y un poco de práctica, cualquiera puede dominar este detalle.
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Las técnicas del repulgue
En la cocina argentina, el repulgue tiene un protagonismo particular. Cada región, incluso cada familia, tiene su propio estilo, y muchas veces el repulgue refleja un poco la historia de esos sabores. Para quienes están comenzando en el mundo de las empanadas, la clave está en encontrar una técnica que sea rápida pero efectiva, y que mantenga todo el relleno bien sellado.
Además, hay repulgues que pueden ser decorativos, dando un toque visual que va más allá de lo práctico. Aquí te contamos cómo lograrlo con algunas de las opciones más fáciles de hacer.
Es importante recordar que el repulgue no solo cumple la función de sellar, sino también de garantizar que las empanadas mantengan su forma durante la cocción.
Repulgue en “puente”
Esta es una de las técnicas más sencillas y rápidas. Para hacer el repulgue en “puente”, simplemente toma los bordes de la empanada y júntalos en el centro. Luego, presiona con los dedos para que se cierre bien. A partir de ahí, haz pequeñas hendiduras alternadas, una hacia el centro y la otra hacia afuera, como si estuvieras haciendo pequeños puentes. Esta técnica no solo es práctica, sino que también tiene un aspecto muy bonito y elegante.
Repulgue tradicional a mano
Una de las técnicas más antiguas y conocidas es el repulgue tradicional, que se hace con los dedos de forma que se crean pequeños pliegues. Para hacerlo, dobla la masa sobre el relleno, luego presiona los bordes con los dedos, formando un pliegue con cada pequeño movimiento. Esta es una de las opciones más utilizadas en todo tipo de empanadas, y es muy efectiva para evitar que se abran durante la cocción.
Repulgue con tenedor
Una opción súper rápida y que no requiere mucha destreza es el repulgue con tenedor. Para ello, simplemente junta los bordes de la masa y presiona con los dientes del tenedor a lo largo del borde. Esto crea un repulgue bastante firme, que asegura que la empanada se mantenga cerrada y con una decoración simple pero atractiva. Además, es ideal para aquellos que aún no dominan las técnicas más complicadas.
