Se viene la séptima fecha de esta cambiante temporada de la Fórmula 1. Cambiante porque hasta el momento ninguna escudería pudo afirmarse definitivamente sobre las demás. Y por eso es tan entretenida.
El Gran Premio de Canadá será muy diferente a lo que pudimos observar en Montecarlo. El circuito Gilles Villeneuve tiene una longitud de 4361 metros y habrá que completar 70 vueltas para llevarse el trofeo y los puntos tan deseados.
El último ganador en Montreal fue Lewis Hamilton. El británico, que es el favorito, lleva tres años seguidos ganando allí. Además es el líder de la F1, ya que cuenta con dos carreras ganadas y un andar bastante parejo. El ingles todavía sigue festejando su victoria en Bakú, luego del desafortunado final del finlandés Valtteri Bottas, quien a metros de la llegada se le desintegró uno de sus neumáticos.
En Montreal, los pilotos tendrán una pista muy exigente para los frenos: se va con el acelerador a fondo en el 60 por ciento de la vuelta. Los conductores tienen en claro que un pequeño error lo llevará a despedirse de la competencia. Es un trazado complicado por la cercanía de los muros. La tradición del circuito nos ha permitido ver tremendos accidentes, como el del polaco Robert Kubica en 2007 a bordo de un BMW.
Otro tema importante lo tiene como protagonista al australiano Daniel Ricciardo, el ganador de la última carrera, quien seguramente tendrá sanciones en la parrilla de salida ya que los mecánicos de Red Bull tendrán que cambiar varias piezas en su auto.
Serán tres días donde las principales escuderías respetarán muchísimo la exigencia del circuito. Por ése motivo le prestarán mucha atención también a la fiabilidad de sus motores.
El séptimo acto los tiene a todos expectantes. En Montreal de nada sirve pasarse de revoluciones. Porque el circuito impone respeto y no le tiene piedad a nadie.