El Gobierno deberá acumular más de US$5000 millones en los próximos 15 días para cumplir con la meta de reservas al Fondo Monetario Internacional (FMI). El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, explicó que con la licitación del nuevo bono Bonte se acumularán reservas, pero que no alcanzan para llegar a la meta. Sin embargo, reveló que no es una “preocupación” dentro del equipo económico y que el programa con el FMI es “más amplio” que la meta de reservas.
Quirno, mano derecha del ministro de Economía, expuso en el Seminario Argentina 2025 que realizó banco Valo, este martes por la mañana en el Malba. Luego, en diálogo con periodistas, explicó que el nuevo bono licitado en pesos, a suscribirse en dólares, ayudará a acumular reservas, pero no alcanzará para cumplir con la meta de reservas del FMI, dado que puede licitarse por hasta US$1000 millones.
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Cuando sólo faltan 11 días hábiles para cumplirse el plazo de cumplimiento de metas con el FMI (el 13 de junio), las consultoras se preguntan cómo hará el Gobierno para cumplirla, antes de tener que recurrir a un waiver. Según PPI, las reservas netas del Banco Central son negativas por entre US$7600 y US$8400 millones, por lo que en menos de dos semanas deberán sumarse reservas por entre US$5000 y US$5900 millones.
Para acumular reservas, Quirno explicó que estará este nuevo bono y créditos internacionales de multilaterales, como el Banco Mundial o el BID, dado que ratificó que el Banco Central no comprará si el dólar no toca el piso de la banda. Consultado acerca del Repo por US$2000 millones que había sido anunciado, el secretario de Finanzas aseguró que es “un tema del Banco Central” y evitó dar precisiones.

Más allá de los números, Quirno afirmó: “No es una preocupación diaria la acumulación de reservas porque el programa las va a acumular”. Reconoció que la meta de reservas “es un número a alcanzar en el tiempo” y que no depende exclusivamente de las compras en el mercado, dado que hay “otras fuentes de financiamiento”.
Sobre el acuerdo con el FMI, afirmó: “El programa está funcionando bien. No se trata de correr detrás de las reservas todos los días, sino de dejar que el esquema tome raíces”. Además, mencionó: “El programa incluye otras variables, como el superávit primario y la baja de la inflación”. Sobre la relación del Gobierno con el FMI, dijo: “Son negociaciones constructivas, no es todo blanco o negro. No se cae un programa con superávit fiscal, inflación bajando y 6% de crecimiento”.
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El funcionario evitó responder acerca de si se cumplirá la meta de reservas: “No hacemos previsiones de futuro, no descontamos nada”. Ante la consulta sobre si el Gobierno pedirá un waiver, respondió: “El partido se está jugando, pero las charlas con el FMI han sido constructivas”.
Por otro lado, desde el equipo económico afirmaron que no hay “nada que cambie respecto a las previsiones iniciales”. En día que se anunció el acuerdo con el FMI se indicó que en junio llegarían US$3600 millones de multilaterales y US$2000 de un Repo del Banco Central.
Cláusula especial para inversores
Una de esas herramientas para acumular reservas fue el lanzamiento del nuevo bono Bonte, que permite la entrada de dólares sin generar endeudamiento en moneda extranjera. “Con este bono no nos endeudamos en dólares, pero sí entran dólares”, señaló Quirno. No se descarta que sea una herramienta recurrente en futuras licitaciones.
Además, el economista mencionó la posibilidad de que los Bonte incluyan una cláusula de “put” a dos años para quienes quieran cobertura antes de las elecciones presidenciales de 2027.

Finalmente, destacó que el objetivo del Gobierno es recuperar el al financiamiento externo. “Estamos buscando los gatillos que permitan una confluencia de credibilidad. El riesgo país ya bajó a 650 puntos y creemos que seguirá descendiendo”, sostuvo. Y agregó que, según el FMI, el mercado internacional podría reabrirse para la Argentina en enero de 2026, tal como fue firmado en el acuerdo con el organismo.
Contrapuntos
La mirada del Gobierno genera contrapuntos entre los analistas. En el mismo evento participó Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados por el Presidente, Javier Milei. Arriazu afirmó que Argentina necesita acumular reservas por la “sustentabilidad futura del programa”.
“Yo soy partidario de que Argentina tenga US$100.000 millones de reservas", afirmó Arriazu. Sobre cómo se acumularán, mencionó: “Esas reservas tienen que venir por la cuenta capital o con intervención, y ese es mi problema con las bandas: yo ya hubiera intervenido en el mercado”. Hacia adelante, el economista mencionó que si ingresan más de US$7000 millones por las inversiones del RIGI, ahí el Banco Central debería comprar, opinó: “Hay que sacarse de encima que es emisión monetaria no deseada. Por la sustentabilidad futura lo necesita”.
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La tranquilidad oficial en materia de reservas se deriva de las proyecciones del boom exportador que podría haber en tan solo dos años.
En el escenario, Quirno mencionó: “El campo exporta US$25.000 millones al año, y este año será un poco más. En 2 o 3 años en energía vamos a tener otro campo. Y en otros 2 o 3 años habrá otro campo más con el sector minero". En la misma línea, Daniel González, ministro coordinador de Energía que también estuvo en el evento, afirmó durante su discurso: “En 5 años vamos a dejar de hablar de restricción externa en Argentina“.