La crisis humanitaria que se vive en la frontera entre Polonia y Ucrania ante el desplazamiento de miles de ucranianos que escapan de la invasión rusa quedó reflejada en las escenas que el equipo de enviados especiales de TN captó en una estación de tren a la que llegan los refugiados.
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Allí, una familia polaca, compuesta por una mamá con su bebé en brazos, junto a su esposo y su otro hijo, se acercaron hasta la estación de tren de Rzeszow a llevar ositos de peluche para los niños ucranianos.
Muy emocionada, la mujer, de nombre Regina, solo atinó a decir un par de palabras. “Es terrible”, afirmó ante TN, en medio de un llanto conmovedor. Su marido, en tanto, señaló: “Esto es enfermo”. Luego, ambos coincidieron en que ninguno de los dos creyó que el conflicto podía escalar a este punto.
“Creemos que dentro de unos días va a venir más y más gente, pero nosotros estamos dispuestos a ayudar”, agregó el hombre. También indicó que su pequeño hijo no sabía bien qué estaba pasando y que de todos modos también quiso colaborar.
Esta familia no es la única que llegó a esta estación con el objetivo de ayudar. Desde hace horas, muchas personas se acercan hasta allí con donaciones para los ucranianos que escapan de la guerra.
La situación en la frontera entre Polonia y Ucrania
Polonia declaró abierta su frontera a los ucranianos que huyen, incluso aquellos sin documentos oficiales. El sábado, un funcionario del gobierno agregó que el país envió un tren hospital que recogerá a los heridos por la guerra en Mostyska, en el oeste de Ucrania, y los llevará a Varsovia para recibir tratamiento.
Según los informes, algunos ucranianos también regresaban a Ucrania desde Polonia para tomar las armas contra las fuerzas rusas. Sin embargo, fueron excepciones en lo que fue principalmente un éxodo masivo desde Ucrania.
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Cerca de 120.000 personas han huido de Ucrania a países vecinos hasta el momento tras la invasión de Rusia, informó el sábado la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, la ACNUR. La cifra aumentaba rápidamente a medida que los ucranianos reunían sus pertenencias y se apuraban a escapar del asalto de las tropas rusas, incluyendo el intento de tomar la capital, Kiev. La agencia prevé que hasta cuatro millones de ucranianos podrían huir si la situación se deteriora aún más.
Los que llegaban eran en su mayoría mujeres, niños y ancianos después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prohibiera el jueves salir del país a los hombres en edad militar.
Shabia Mantoo, vocera de ACNUR. dijo que el tráfico “es muy fluido y cambia a cada hora”. Según Mantoo, la mayoría de los refugiados se dirige a Polonia, Moldavia, Hungría, Rumania y Eslovaquia, e incluso algunos entraron a Bielorrusia, desde donde partió uno de los frentes de la ofensiva de Moscú. Todas estas naciones tienen frontera con Ucrania.
La vocera de ACNUR afirmó que la mayoría de los refugiados huía a Polonia, donde alrededor de dos millones de ucranianos se han asentado en los últimos años, luego de las primeras incursiones rusas en Ucrania en 2014 y atraídos por las oportunidades de la floreciente economía del vecino de la Unión Europea. El gobierno polaco dijo el sábado por la mañana que más de 100.000 ucranianos cruzaron su frontera en las últimas 48 horas.
