La revista Time nombró el miércoles persona del año 2022 al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, así como “al espíritu” de su país, por la resistencia que han mostrado ante la invasión rusa.
“Ya sea que la batalla por Ucrania llene a uno de esperanza o de temor, Volodimir Zelensky galvanizó al mundo de una manera que no habíamos visto en décadas”, escribió Edward Felsenthal, editor de Time, para quien la decisión de este año “nunca había estado tan clara”.
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“Por demostrar que el valor puede ser tan contagioso como el miedo, por inspirar a pueblos y naciones a unirse en defensa de la libertad, por recordar al mundo la fragilidad de la democracia -y de la paz-, Volodimir Zelensky y el espíritu de Ucrania son la Persona del Año 2022 de TIME”, añadió la revista neoyorquina.
“En las semanas posteriores al inicio de los bombardeos rusos, el 24 de febrero, su decisión de no huir de Kiev, sino de quedarse y recabar apoyos, fue crucial. Desde su primera publicación de 40 segundos en Instagram el 25 de febrero, en la que mostraba que su gabinete y la sociedad civil estaban intactos y en su sitio, hasta los discursos diarios pronunciados a distancia ante instituciones como parlamentos, el Banco Mundial y los premios Grammy, el presidente de Ucrania estaba en todas partes”, explicó el editor de Time sobre el excomediante.
Zelenzky, de comediante a presidente de un país en guerra
Zelensky nació en Krivyi Rih, en el sudeste del país, en una familia judía. En su ciudad natal fundó un grupo de teatro. Toda su vida se dedicó al mundo artístico hasta que la fama le llegó por un programa de televisión, “Servidor del Pueblo”.
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En el show, Zelensky interpretaba a un maestro de historia que, por accidente, se convertía en presidente de Ucrania tras denunciar la corrupción en una arenga grabada por sus alumnos que se hacía viral.
A principios de 2019, el comediante anunció que disputaría la presidencia cuando ya arrasaba en todas las encuestas con un programa basado en dos promesas: enfrentar la corrupción y acabar con el conflicto con los separatistas del Este.
Al calor de la invasión rusa en febrero, el excomediante se convirtió en el inesperado líder de un país en guerra y en una figura de la resistencia ucraniana.
