Robert Prevost puede ser a Donald Trump lo que Karol Wojtyla (Juan Pablo II) fue para el Kremlin.
La frase se escuchó en los estudios de la RAI de boca de un experto vaticanista poco después de que el flamante papa estadounidense, de fuerte impronta latinoamericana, salió al balcón de la Basílica de San Pedro y habló de paz y de tender “puentes” como hacía el propio Jorge Bergoglio.
“Ganó Francisco”, resumió a TN la periodista italiana sca Ambroggeti, autora de dos libros sobre el fallecido papa argentino.
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El nuevo papa León XIV no es Jorge Bergoglio, pero comparte con él su compromiso por los pobres y los migrantes. Su perfil ubica al presidente republicano en una posición cuanto menos incómoda ante el nuevo pontífice, más allá de la felicitación oficial de la Casa Blanca.
“La Iglesia le acaba de mandar un mensaje a Trump. Prevost viene de Chicago, una ciudad santuario, generalmente demócrata, que representa una voz tranquila y calma, de mayor aceptación hacia la comunidad hispana y emigrante. Es un claro mensaje a la Casa Blanca: la Iglesia va a estar para proteger a quienes más lo necesitan", dijo a TN el analista político estadounidense Luis Alvarado.
Por qué la designación de Prevost representa un triunfo para los cardenales “bergoglianos”
Finalmente, el italiano Pietro Parolin, el gran favorito, sucumbió ante la fuerte interna entre progresistas y conservadores. Pero la designación de Prevost cerró la grieta entre dos bandos enfrentados al menos ante los ojos de los fieles.
Se trató de un fuerte mensaje de unidad tras solo dos días de deliberaciones. El cónclave eligió a una figura que, si bien tiene un perfil más moderado, mantenía un fuerte vínculo con Bergoglio. De hecho, Francisco lo designó como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina por su amplio conocimiento de la región por su paso como arzobispo de Chiclayo, en Perú.
“El obispo no debe ser un ´principito´ sentado en su reino. Está llamado auténticamente a ser humilde, a estar cerca de la gente a la que sirve, a caminar con ellos, a sufrir con ellos”, dijo Prevost en 2024.
Ahora, ante miles de fieles que colmaron la Plaza de San Pedro, fue tajante: “Debemos construir puentes”, afirmó.
“Su primer discurso como papa representa todo lo que era Bergoglio. Sus mensajes son los de Bergoglio. También el cónclave reafirmó la unidad de la Iglesia que pregonaba Francisco con una votación rápida”, dijo Ambroggeti.
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Un solo detalle distanció a Prevost de Francisco. El flamante papa estadounidense decidió vestir la tradicional vestimenta papal.
“Hay una victoria de Francisco en varios frentes. Otra vez hay un papa latinoamericano (más allá de su nacionalidad estadounidense), la Iglesia se va expandiendo, sale de Italia, va a América y sube ahora con un papa estadounidense”, resumió Ambroggeti.
Habrá que ver ahora cómo impacta su designación en su país de origen, en un momento complejo de la historia y con contestadas políticas anti-inmigrantes que tienen también su eco en Europa.
“En Estados Unidos su palabra va a tener ahora una audiencia mayor para entender las políticas del gobierno de Trump y cómo encajan no solo en el país, sino en el resto del mundo”, dijo Alvarado.
Ahora, comienza un largo pontificado para un papa joven, de apenas 69 años. Como dijo el escritor italiano Nicola Lagioia, “Francisco debía salvar la Iglesia. Su sucesor debe salvar al mundo”.
