Nueve personas murieron luego de un ataque de Rusia contra un minibús en el que viajaban civiles en el norte de Ucrania. Junto con la cifra de víctimas, las autoridades ucranianas indicaron que también hubo cuatro heridos.
El ataque se produjo pocas horas después de que ambos países retomaran conversaciones con la intención de acordar un cese al conflicto. Se desconoce cómo este hecho podría influir en la búsqueda de paz entre ambas naciones.
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“Un ataque cínico”: la definición de las autoridades ucranianas
El hecho fue información por la istración militar ubicada en la región de Sumi, en la frontera con Rusia. Las autoridades indicaron que hubo “un ataque cínico de parte de los rusos sobre un bus que transportaba civiles”.
AFP informó que esta istración militar publicó imágenes de la carrocería de un auto en una carretera a través de su perfil en Telegram. “Un dron enemigo bombardeó un bus cerca de Bilopilia, matando a nueve personas e hiriendo a cuatro”, indicaron.
Sumi vive bombardeos rusos más intensos desde que las fuerzas ucranianas fueron expulsadas en marzo de la región rusa vecina de Kursk, que ocupaban parte del territorio desde 2024. Junto con los ataques puntuales, hace meses que ambas naciones derivan decenas de drones en su territorio de una y otra nación.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania: intercambio de prisioneros
El viernes 16 mayo, en Estambul, se desarrollaron las primeras conversaciones directas entre Ucrania y Rusia desde marzo de 2022. En este encuentro, acordaron un intercambio de prisioneros “de 1.000 por 1.000”, según indicó el negociador ruso Vladimir Medinski.
Sin embargo, la prioridad era el alto el fuego y este objetivo no se logró. Antes del ataque de este sábado, se esperaba que ambas naciones revisaran sus expectativas en relación con el acuerdo y las conversaciones.
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El jefe de la delegación de Kiev, el ministro de Defensa Rustem Umerov, y el propio Medinski, explicaron que Ucrania planteó la posibilidad de una reunión entre los presidentes Volodimir Zelenski y Vladimir Putin. Ante esto, la respuesta rusa fue que había “tomado nota de esta petición”.
