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Solo con leer Fantasía Textual, el título de este podcast, se pueden hacer muchas asociaciones. Ese mismo ejercicio es la idea de estos encuentros: dejarnos llevar por las palabras, pero también estar atentos a qué queremos decir realmente para ver si la palabra elegida es la que mejor expresa lo que pensamos y sentimos.
Partimos de la premisa de que no hay malas palabras, sino palabras mal usadas que entorpecen la comunicación. Comunicar bien nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y a relacionarnos mejor con los demás.
La palabra tiene un fuerte componente performativo, es por eso que tenemos que dejar libre nuestra fantasía y usar la lengua como una caja de herramientas para crear algo que funcione para nuestro bien. Ese es el desafío que tenemos por delante, elegir la mejor palabra para definir un concepto, evocar una situación o expresar un sentimiento. Hoy vamos a empezar por las emociones y por una en particular, el miedo.
En palabras de Stephen King, “los monstruos son reales y los fantasmas también, viven adentro de nosotros y, a veces, ellos ganan”. Esta definición es muy acertada para pensar los miedos en tiempos de pandemia.
El virus desencadenó nuevas fobias que paralizan a quienes las padecen. Es importante que antes de nombrar todo con la carga del miedo, pensemos en emociones con una intensidad más baja, como la inquietud. Eso seguro le va a bajar dramatismo a la situación.
Nombrar es una manera de crear mundos y la lengua, la caja de herramientas. En Fantasía textual, nuestro desafío es encontrar la manera de expresarnos con la intensidad justa, porque cuando las experiencias y las emociones encuentran sus palabras, nos entendemos mejor. Con Silvana Stabielli.
