La noticia del crimen de Marcelo Pecci, fiscal antinarco de Paraguay, dio vuelta al mundo por dos circunstancias notables: lo asesinaron en su luna de miel en Colombia y a pocas horas de haber anunciado que iba a ser padre. Pero lo que más inquietó a sus colegas de este lado del mapa son las características mafiosas del homicidio y sus implicancias para la región.
Sucede que Pecci era parte de la Red de Fiscales Antridroga Iberoamericanos y fue la cara visible de casos de gran repercusión que fueron trabajados en equipo. El mayor fue “Ultranza”, una investigación por lavado de activos que generó pérdidas de US$ 250.000.000 a narcos que exportan toneladas de cocaína de Colombia a Europa, vía Paraguay.
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La Red, que integra la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) del Ministerio Público Fiscal y sentó su piedra fundamental en un foro realizado en 2014 en Montevideo, permitió desbaratar a organizaciones transnacionales cuyas células se mueven por varios países, a través de convenios de cooperación.
“La colaboración permite agilizar los tiempos de la investigación, por un dato que surge y se comparte o por alguna información que se pide, como teléfonos o fichas de antecedentes. También se despliegan las entregas controladas y se organizan capacitaciones”, detalló una fuente a TN.
Por esa razón, la ejecución de Pecci en una playa privada preocupa. Sus colegas estiman que se trató de un mensaje para todos los fiscales: “No se limita a su persona. Con esto nos están diciendo a todos: “No investiguen”, indicaron.
A la vez, demuestra que “las organizaciones tienen cada vez mayor alcance y que son cada vez más poderosas y peligrosas”, agregaron.
En qué investigaciones colaboró Marcelo Pecci en la Argentina
El trabajo entre Marcelo Pecci y los sus colegas en la Argentina era permanente. El fiscal contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo era uno de los puntos de o en Paraguay, donde también es referente su compañera Elba Cáceres.
Por ejemplo, Pecci informó sobre incautaciones de droga en Paraguay que fueron aportadas a la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que sentaron la base de las imputaciones contra Gustavo Sancho y sus tres hijos, en marzo de 2019.
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Se trató de una megacausa por lavado de dinero del narcotráfico, por la que la ex de Alberto Nisman recibió amenazas de muerte. Sancho fue un histórico narco de San Martín, que operaba en las sombras bajo la fachada de empresario pujante, hasta que apareció envuelto en la trama del homicidio de Candela Sol Rodríguez.
Asimismo, el fiscal asesinado aportó su colaboración en la investigación que desbarató una banda que traficaba marihuana en el buque de combustible “Don Juan”, por la Hidrovía Paraguay- Paraná, en septiembre de 2019. En el caso intervino el juez federal de Morón Néstor Barral.
La pesquisa más reciente en la que participó la víctima del crimen mafioso fue la que permitió las detenciones por una casa rodante que iba a ser enviada a España con más 71 kilos de cocaína ocultos, desde el puerto de Zárate. Las detenciones en ese caso fueron ordenadas por el juez federal de Campana Adrián González Charvay.
En Twitter, el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Eduardo Casal, destacó el trabajo del fiscal asesinado y expresó su solidaridad a sus colegas en Paraguay, a la vez que envió sus condolencias a la familia de la víctima.
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