Un joven de 31 años murió en las últimas horas en el interior de Córdoba luego de haber sido arrollado por las ruedas de un carro acoplado al que intentaba subirse.
El accidente ocurrió el 1° de julio en la localidad Monteros y desde entonces permanecía internado en estado crítico. Pese a las múltiples intervenciones quirúrgicas a las que fue sometida, la víctima, identificada como Matías Olivero, no sobrevivió.
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En aquel momento, Olivero iba corriendo e intentó subir a un carro que estaba atado a una camioneta. Lamentablemente, pisó en el enganche, tropezó, se cayó y una rueda del acoplado le pasó por encima.
Producto del accidente, el joven quedó inconsciente y en grave estado. Sufrió lesiones serias en el pecho y la región izquierda del cuerpo.
Luego del hecho, la primera asistencia que recibió fue en el Hospital José Sauret de la ciudad. Sin embargo, por su delicado estado de salud debió ser trasladado al Hospital Iturraspe de San Francisco.
Desde ese entonces, la víctima estaba en coma farmacológico porque “se ponía nervioso”, según su mamá.
Con el pasar de los días, se le sumó la asistencia mecánica y tuvo que atravesar numerosas intervenciones en el quirófano. Es que el joven contaba con varios órganos altamente comprometidos: tres costillas quebradas, fractura expuesta de tibia y peroné, una vértebra fisurada y tuvieron que sacarle un riñón y el bazo.
Cuando presentaba leves mejorías, los médicos descubrieron una infección que agravó su cuadro. Ayer fue operado nuevamente por esta situación. Finalmente, falleció en las últimas horas del lunes.
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“Trabajaba de albañil y vivía con mi mamá, él era el segundo de cinco hermanos. Era muy querido en Morteros, tenía amigos por todos lados. Además era el único que iba a la cancha siempre viendo al Tiro (Federal) y a Atlético Este”, expresó a La Voz del Interior Yanina, hermana de la víctima.
