La Cámara Federal de Corrientes agravó la acusación contra los nueve militares imputados por la muerte del subteniente Matías Chirino (22) y pidió la prisión preventiva para siete de ellos.
Fuentes de la causa informaron a TN el cambio de carátula de homicidio culposo en calidad de coautores a homicidio simple, delito que prevé una pena de entre ocho y 25 años de prisión.
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La muerte de un subteniente en su “bautismo” en el Ejército: quiénes son los militares acusados
La nueva acusación recae sobre los oficiales Rubén Darío Ruiz, Claudio Andrés Luna, Hugo Martínez Tárraga Reclus y Exequiel Emanuel Aguilar, Darío Emanuel Martínez, Luis Facundo Acosta y Gerardo Sebastián Bautista, principales apuntados por el “ritual de iniciación” que le costó la vida al joven cordobés en un batallón del Ejército Argentino en Paso de los Libres, Corrientes, la madrugada del 19 de junio de 2022.
A los dos imputados restantes, Claudia Daniela Cayata y Franco Damián Grupico, se los acusa de haber sido partícipes secundarios del mismo delito.
En el fallo difundido este jueves, la Cámara Federal correntina reclamó además al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, al Ministerio de Defensa y al Ejército Argentino que “se tome razón y se evite ¬en el futuro¬ prácticas compatibles con ‘rituales de iniciación’, en clara violación a derechos de Subtenientes de las Fuerzas Armadas”.
“Por fin somos escuchados”
“Es una noticia alentadora. Por fin sentimos que somos escuchados. Nuestra pelea siempre fue y será darle justicia a Matías”, reaccionó Ezequiel Chirino, padre de Matías, ante la consulta de TN.
“Volvió la coherencia al expediente. Todas las críticas y objeciones que planteamos tanto la querella como la fiscalía fueron atendidos”, agrego Enrique Novo, abogado de la familia. Si la sentencia queda firme, el homicidio simple será la acusación que se eleve a juicio oral.
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La evolución de la causa
En marzo, Gustavo Fresneda, juez federal de Paso de los Libres, había procesado por homicidio culposo y abuso de autoridad sin prisión preventiva para los nueve imputados. La decisión implicó una reducción de la figura penal -homicidio simple- que venía siendo investigada por la Fiscalía federal.
Todas las partes apelaron. La querella reclamó que los acusados vayan a juicio como responsables de un homicidio agravado y las defensas pidieron la absolución. La fiscalía, por su lado, se pronunció en favor de la calificación de homicidio simple.
Por entonces, la familia de Chirino expresó su confianza en que la Cámara Federal o la Corte Suprema de la Nación “enderezaran el proceso que torció Fresneda”, a quien acusaron de actuar en forma “contradictoria e irracional”.
“Haciendo una comparación, es como si alguien hubiera asfixiado o envenenado a un tercero que luego muere sin que llegue un médico o la ayuda de un tercero a tiempo, pero el tribunal lo juzga no por la asfixia o por el envenenamiento, sino porque el delincuente ‘no cuidó’ a la víctima luego de haberla asfixiado o envenenado”, manifestó la familia en aquel momento.
Para el juez Fresneda, no hubo intención de matar por parte de los acusados, por lo cual los hechos ocurridos en el Casino de Oficiales del Grupo de Artillería Monte 3 se enmarcaban en un homicidio culposo, que contempla una pena de entre cinco y 10 años de prisión.
“Actuaron con imprudencia, negligencia, con descuido, desatención y falta de preocupación con respecto a los subtenientes”, indicó Fresneda, quien incluyó en su resolución a Jorge Chaile y Rufino Meza, otros dos jóvenes que -al igual que Matías- iban a sumarse a las actividades en el batallón, y padecieron conductas abusivas de parte de los oficiales involucrados.
Ahora, la Cámara Federal de Corrientes agravó la acusación y ordenó la captura de siete de ellos.
La muerte del subteniente Matías Chirino
Chirino y sus compañeros fueron obligados a beber alcohol en exceso y sufrieron diversos maltratos, como ser forzados a arrojarse a una pileta con el agua sucia en una noche donde la temperatura rondaba los 3ºC.
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La autopsia reveló que la víctima murió debido a una “broncoaspiración” -es decir, se ahogó con su propio vómito- y que no hubo golpes. “Mi hijo no estaba cumpliendo ninguna actividad específica del Ejército: fue víctima de un abuso de poder”, protestó Ezequiel Chirino.
“Si (la muerte del subteniente) se produjo como consecuencia de conductas ilegales, abusivas y sádicas materializadas en una dependencia del Ejército y como consecuencia de un irregular ejercicio del mando militar, no puede el mismo Estado, a través de su Poder Judicial, procesar a los responsables por un delito menor”, planteó entonces la querella.
