El crimen de Aralí Vivas, la nena de ocho años que fue abusada y quemada en su casa en la ciudad de Brinkmann, conmocionó a Córdoba. Mientras la investigación del caso avanza y se acerca al juicio, la madre de la chica -una de las imputadas- habló por primera vez sobre el hecho.
“Me acusan de algo horrible, realmente horrible”, se defendió Rocío Milagros Rauch, quien está acusada de homicidio calificado por omisión de cuidado.
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En la tarde del 2 de noviembre del año pasado, los bomberos voluntarios de Brinkmann fueron alertados por un incendio en una casa de la calle Caseros al 800. Una vez que extinguieron las llamas, encontraron el cuerpo de Aralí.
La autopsia reveló que “no hallaron monóxido de carbono en los pulmones” y que presentaba “un traumatismo en la zona craneal”, así como también signos de abuso sexual.
La fiscal Yamila Di Tocco -quien lideró la investigación antes de ceder su lugar al fiscal Oscar Giego- ordenó la detención del padrastro de la víctima, Matías Ezequiel Simeone, y de un amigo de la familia, Cristian Hernán Varela.
Ambos fueron acusados de homicidio “criminis causa”, una figura que implica matar para ocultar otro delito. A su vez, la mamá de la nena también fue detenida e imputada.
En una entrevista con Noticiero Doce, Rocío Milagros Rauch dio su versión de los hechos y apuntó contra Simeone, que en ese momento era su pareja. “Él estaba muy tranquilo para la situación que estábamos pasando”, afirmó.
En cuanto fue consultada por si sospechaba de la existencia de abusos por parte del principal acusado, lo negó. “Jamás vi una reacción rara de él hacia mi hija, ni de Aralí un cierto rechazo hacia él”, indicó.
En la noche que ocurrió el crimen, Rauch estaba en la localidad vecina. “Lo que se dice es que él (Simeone) se había retirado a cierta hora de la noche dejándolo a Cristian solo con todos los nenes, se los culpa a los dos. Yo no te puedo decir si fue así o no, lo único que te puedo decir es que mi hija ya no está”.
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Con respecto a la acusación en su contra, la madre de Aralí se defendió al justificar su ausencia esa noche. “Que la Justicia abra los ojos y vea que no tengo nada que ver, nunca quise que le pasara a mi hija esto. Solamente quise reclamar un derecho y fui a buscar un plato de comida para que no le falte nada a ella y a sus hermanos”, aseguró.