Abril Caballé, la nena de 10 años a la que todos buscaban desde el miércoles pasado en Punta Indio, apareció sana y salva en la casa de una vecina pero la investigación está lejos todavía de cerrarse. Victoria Agüero, dueña de la vivienda en la que se encontraba la menor, y su pareja, Emanuel Rivarola, quedaron detenidos por "sustracción de menores agravada" y tendrán que responder hoy ante la Justicia.
Para los investigadores, sin embargo, la pareja no pudo haber actuado sola. Es por eso entonces que a pesar de que los detenidos confesaron haber tenido a la nena cautiva, buscan ahora un tercer o más cómplices del secuestro.
Entre los indicios que apuntan en esa dirección, figura el hecho de que la casa de Agüero y Rivarola, donde este martes fue encontrada Abril, había sido revisada en varias oportunidades por la policía durante los seis días que duró la búsqueda.
Tampoco se entiende dónde y con quién estuvo durante las 12 horas que el lunes a la noche la pareja pasó en la Fiscalía por contradicciones en su relato ni cómo hizo para llegar hasta su casa, donde la encontraron cuando fueron liberados.
La hipótesis que investigan es que al menos una tercera persona fue la responsable de llevarse a Abril en auto, alimentarla durante el tiempo que estuvo ausente y, finalmente, acercarla nuevamente al barrio.
El motivo por el que se gestó el plan, es un capítulo aparte. Según el propio intendente de Punta Indio, Hernán Yzurieta, el objetivo de Agüero "era quedarse con la menor y sacársela a la madre", con quien tenía al principio tenía una relación fluida hasta que, el 18 de julio pasado, la denunció por abandono y malos tratos.
De acuerdo a los peritos y psicólogos que tuvieron o en las últimas horas con Abril, la nena sería víctima de "manipulación psicológica" por parte de los vecinos imputados.
Mientras se espera la declaración indagatoria de los vecinos detenidos en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata, Abril no quiso ni siquiera hablar su mamá.
Fuentes cercanas a la causa señalaron que el gabinete psicológico se entrevistó con el abuelo de la nena y concluyó que tampoco era conveniente que la menor fuera con él, por lo que la trasladaron a un Hogar de Abrigo.
