Miguel Ángel Blásquez Vallejos estaba quemado, en sentido literal y figurado. El hombre de 43 años se había estrellado el 9 de febrero de 2019 a la altura del campo Los Mestizos, muy cerca de una pista clandestina usada por narcotraficantes, en el centro de Bolivia. Estuvo varios días internado en el Hospital San Juan de Dios por las quemaduras de las llamaradas que redujeron a cenizas su avioneta Piper PA-23 Aztec matrícula LV-JOH. Y por ese accidente tendría que haber quedado "quemado" para seguir en el submundo narco.
Sin embargo, tal vez por su conocimiento para volar por el altiplano boliviano o por su hipotética relación con el dueño de la cocaína, "Micky" se subió como copiloto al Gulfstream III matrícula N18ZL piloteado por Aldo López Matienzo.
Los dos aeronavegantes bolivianos aterrizaron la tarde del lunes 27 de enero en el Aeropuerto Internacional Martín Miguel de Güemes, en Salta capital. Tras descansar pocas horas en un hotel, partieron a las 5.40 de la mañana del martes hacia Cozumel, México.
Nunca llegaron a esa isla del mar Caribe. La Fuerza Aérea de México les ordenó aterrizar en el aeródromo de Mahahual, estado de Quintana Roo. Ya en tierra, el Ejército los detuvo, decomisó el avión e incautó casi una tonelada de cocaína.
Las autoridades mexicanas se aron con sus pares argentinos porque el narcojet había partido de Salta. Una de las primeras cosas que hizo una fuente de la investigación, según le confió a tn-ar.noticiasalagoanas.com, fue googlear el nombre de los pilotos.
A ese investigador le llamó la atención que los dueños de la cocaína contrataran a Blásquez Vallejos para realizar el vuelo cuando con solo poner su nombre en los buscadores aparecía el accidente del año anterior cerca de una pista clandestina.
Esa fuente agregó ante tn-ar.noticiasalagoanas.com otro dato llamativo: "Micky" tenía un ingreso a la Argentina en febrero de 2019, pero la Aduana no tenía registro de su egreso. Días después se estrellaría con el Piper que en los años sesenta había pertenecido al Ejército argentino.
Blásquez Vallejos también trabajaba para aerolíneas comerciales como Amaszonas. Según el registro de la Dirección General de Aeronáutica Civil, tenía licencia como piloto de "monomotores y multimotores terrestres de hasta 5 mil 700 kilos de peso bruto máximo".
"Micky" conocía a la perfección el altiplano boliviano. De hecho, como le avisó otro investigador a tn-ar.noticiasalagoanas.com, los paquetes en los que llevaba la cocaína se llaman "maleta de chola", muy usadas en su país.
Por ese y otros datos, el fiscal Ricardo Toranzos sospecha que los pilotos hicieron una escala clandestina. Los aeronavegantes podrían haber conectado en siete horas los 5535 kilómetros que existen entre Salta y Cozumel, pero en la octava hora de vuelo fueron interceptados por la Fuerza Aérea de México antes de llegar a destino.
Esa hora de diferencia, para los investigadores, demuestra la escala clandestina para cargar allí la cocaína. De hecho, el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, sorprendió: "La droga es boliviana, parece que salió de nuestro país, las bolsas encontradas en el avión son fabricadas aquí". Los pilotos tal vez volaron desde Salta para aparentar un vuelo más seguro que desde Bolivia, uno de los tres países productores de la coca. Pero algo igual falló.
Ahora "Micky" quedó "quemado" para siempre.
