Seis veces le presentó Nicolás Posse a Javier Milei su renuncia a la jefatura de Gabinete. Seis veces en las últimas 6 semanas. Finalmente, este lunes, el Presidente se la aceptó. La relación entre ambos se fue desgastando con el correr de la gestión y se transformó en un vínculo muy distinto al que tenían antes de asumir sus roles en la función pública. Posse y Milei se conocen hace más de 20 años, cuando trabajaban para Eduardo Eurnekian en la Corporación América.
El primero de los motivos que explican la salida de Posse es la mala relación entre él y la secretaria de la Presidencia, Karina Milei. La relación con Karina venía desgastada porque para la gestión de la istración pública para un presidente que no está pendiente de la istración pública (Milei sí se concentra en cuestiones económicas) es central tener un jefe de Gabinete obsesionado con la gestión pública. Y Posse no lo es. De hecho, esta fue su primera experiencia y empezó, con el correr de los meses, a mostrar algunas debilidades. Había, por ejemplo, muchos cargos sin nombrar y sin esto, es imposible mover el aparato del Estado. Este punto se lo marcó nada menos que Mauricio Macri al propio Milei.
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Posse también estaba desatendiendo cuestiones de la cotidiana como el manejo de la caja del Estado.
Además, hubo cortocircuitos con algunos ministros, que se tomaron a mal el hecho de que el jefe de Gabinete controlaba muy de cerca lo que ellos hacían en su cotidianeidad y en su vida privada. Esto molestó mucho a los que no venían de la política. Pettovello, se lo hizo saber al Presidente. Ella y Milei son amigos desde hace años.
¿Por qué Milei elige a Guillermo Francos? Primero, hay una ponderación de Javier Milei de la faz política de Francos. El tratamiento de la Ley Bases, que no está siendo como Milei esperaba, empezó a dejar en evidencia la importancia de tener una fuerte pata política para hacer funcionar la gestión. Milei confía mucho en Francos, que es una persona muy bien ponderada por Eurnekian. Francos, además, habla con todos. Sin ir más lejos, hace algunos días compartió una mesa en una cena universitaria con Wado de Pedro, franco opositor de su gestión.
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La condición que puso Francos para ocupar la jefatura de Gabinete es que el ministerio del Interior siga a su cargo. Entonces, desaparece el ministerio y la Secretaría del Interior queda en manos de Lisandro Catalán, que trabaja hace 20 años con Francos. Tiene trayectoria y conoce la política. Y es de la misma escuela que su mentor: habla y negocia con todos.
¿Francos y Milei piensan en todo igual? No, tuvieron roces. Pero Milei lo respeta a Francos. Por una cuestión generacional y por su trayectoria. Karina también lo respeta. Y esa es una gran diferencia con Posse.
