El Gobierno relativizó este jueves los encuentros del Papa Francisco con Axel Kicillof y gremialistas aeronáuticos, al asegurar que no hay “absolutamente nada que analizar” sobre las fotos.
“De las imágenes no tenemos absolutamente nada que analizar. El Papa Francisco tiene su agenda y no tenemos por qué opinar”, se limitó a decir el vocero presidencial, Manuel Adorni, ante una consulta sobre las reuniones que el Sumo Pontífice mantuvo en El Vaticano.
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Por otra parte, el portavoz de Javier Milei dijo que “no hay una bilateral confirmada del Presidente con el Papa, como se dijo”, aunque aclaró que eso “no quita que una reunión pueda ocurrir en la dinámica del G7″, la cumbre de líderes que se lleva a cabo estos días en Italia y de la que participará el libertario.
Este miércoles, en medio del tratamiento de la Ley Bases en el Senado, llamó la atención que Francisco recibiera a un grupo de sindicalistas aeronáuticos y se mostrara con una bandera de Aerolíneas Argentinas.
Se trató de un fuerte gesto del Papa en pleno debate sobre la posible privatización de la empresa, una iniciativa que el Gobierno intentó concretar a través de la Ley Bases, aunque finalmente fue descartada ante la encendida resistencia que provocó y la necesidad del oficialismo de sumar voluntades a favor del proyecto de ley en general.
La iniciativa de que el pontífice posara junto a la insignia de la aerolínea de bandera surgió de Juan Pablo Brey, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes y uno de los principales referentes gremiales de la industria aeronáutica.
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En la foto también aparecen otros dos líderes del sindicato, Verónica Espósito, secretaria adjunta, y Horacio Calculli, secretario de Seguridad. Los dirigentes gremiales le llevaron al Papa una serie de reclamos vinculados a la actividad.
Este jueves, en tanto, el Sumo Pontífice recibió al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en una audiencia privada. Del encuentro, que se produjo durante la madrugada argentina, también participaron el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la jefa de asesores del gobernador bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez.
La audiencia había sido solicitada hace tiempo por el jefe provincial y terminó dándose en horas claves para el rumbo de la política. Mientras Kicillof estaba reunido con Jorge Bergoglio, los senadores aprobaban en general el paquete fiscal, luego de haber respaldado por la misma vía la Ley Bases.
El encuentro entre el gobernador bonaerense y el Papa fue gestionado por el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández, designado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) por Francisco, y de buena relación con Kicillof.
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Según trascendió, Kicillof llevó a su encuentro con el Papa informes sobre el estado de la provincia de Buenos Aires, a raíz del impacto de las medidas del Gobierno nacional en el aparato productivo y la actividad económica bonaerense.
El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, compartió los efectos del ajuste económico en el mercado laboral: “El plan recesivo del Gobierno Nacional está destruyendo el empleo registrado. Entre diciembre y marzo, se perdieron 95.000 empleos privados en todo el país. Con 37.000 puestos destruidos, la PBA es la más perjudicada: explica el 39% de la caída general”, explicó en su cuenta personal de X (exTwitter).
