Hoy el Gobierno tuvo una victoria en el Congreso, ya que evitó que se aprueben cosas complicadas, entre ellas, un tema no tan popular como la legislación sindical y la renovación de los dirigentes gremiales.
Sin embargo, uno de los puntos a tratar -muy traccionado por el kirchnerismo- era un decreto por el cual se autoriza al ministro de Economía, Luis Caputo, a negociar la deuda externa sin el aval del Poder Legislativo. Y el Congreso lo quería bochar.
Pero finalmente quedó vigente y Caputo podrá negociar no solo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que eventualmente renegociar parte de la deuda con los bonistas privados, ya que el año próximo hay millonarios vencimientos.
¿Qué significa esto? Que a partir de esta normativa el titular del Palacio de Hacienda contará con amplia decisión y no va a tener que pasar por el Congreso para aprobar un posible acuerdo con el FMI.
El otro tema en función de esto es que ahora en las últimas horas se habla en Casa Rosada de que el Presupuesto 2025 se trataría en Extraordinarias.
El Presupuesto también forma parte, más allá de que hay muchas pautas que ni se van a cumplir como la inflación del 18%, del pedido que hizo el Fondo. Las autoridades del organismo multilateral de crédito esperan que se apruebe como una señal de que hay un mínimo de consenso con lo que está haciendo Javier Milei.
Se cayó la sesión para debatir la reforma sindical en Diputados: la oposición no logró el quórum
Los diputados de la UCR, el PRO y otros bloques opositores intentaron este martes que en la sesión especial de la Cámara Baja avanzara el proyecto de Democracia Sindical, conocido como reforma sindical. Los legisladores buscaban que se vote a favor de una interpretación del reglamento.
“Para que no quede dudas de que vamos a aplicar siempre el reglamento, sea a favor de intereses de uno u otro partido, vamos a dar cumplimiento con el mismo siempre. Se cumplió el tiempo, ha fracasado la sesión”, afirmó el presidente de la Cámara, Martín Menem.
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El diputado Martín Tetaz (UCR) fue el que impulsó la discusión de una reforma y democratización sindical, sin dictamen previo de comisión. El legislador radical propone que las “asociaciones sindicales garantizarán la efectiva democracia interna” y que sus estatutos deberán “garantizar una fluida comunicación entre los órganos internos de la asociación y sus afiliados”.
Días atrás, en la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, ambos bloques quedaron a un solo voto de conseguir la aprobación del dictamen del proyecto de Democracia Sindical: los impulsores de la iniciativa reunieron 15 firmas, pero se necesitaban 16 (la mitad más uno del total de de la comisión) para que el proyecto pudiera llegar al recinto.
