El avance del acuerdo electoral entre Javier Milei y Mauricio Macri en la provincia de Buenos Aires alimenta el clima derrotista que atraviesa al peronismo para las elecciones de medio término de este año.
Atomizado y sin lograr superar las divisiones internas, el Partido Justicialista enfrentó seis derrotas consecutivas en lo que va del año y las perspectivas no son alentadoras. La Libertad Avanza y el PRO confirmaron este lunes que alcanzaron un acuerdo para el armado bonaerense, mientras que el peronismo agiganta las diferencias.
La definición política de Milei y Macri -que se aceleró tras la derrota del PRO en la Ciudad de Buenos Aires- generó preocupación en el ala dura kirchnerista, que pone el peso de un cada vez más amenazador triunfo libertario en la provincia de Buenos Aires en la decisión del gobernador Axel Kicillof de desobedecer a Cristina Kirchner y desdoblar la fecha de votación.
En el oficialismo bonaerense esquivan las críticas y sostiene que si el peronismo pierde en su bastión será culpa de la permanente erosión que viene haciendo La Cámpora sobre la figura del gobernador.
En el medio están quienes creen que la conjunción de todas esas variables más la falta de representatividad de los problemas reales de la sociedad es lo que pone en riesgo un triunfo del peronismo, pero que están a tiempo de salvar algunos errores.
Milei avanza y el peronismo sigue sin rumbo
Karina Milei -armadora política de LLA- apuesta al purismo, pero se mostró dispuesta a negociar en distritos en donde aún necesita del PRO y del radicalismo aliado. El objetivo de esta elección es derrotar al peronismo; para encargarse de las otras fuerzas políticas, tiene tiempo.
Por eso, habilitó un acuerdo distinto en la provincia de Buenos Aires. En donde LLA no pisa lo suficientemente fuerte para ir solo, allanará el camino para que los candidatos que encabecen las listas sean del PRO o de los intendentes radicales del interior. Para los libertarios se reserva los lugares clave para las generales de octubre. Milei quiere un Congreso nacional que no lo obligue a negociar.

El acuerdo de LLA y el PRO encendió las alertas en el peronismo, que no logra encontrar el rumbo. El ala dura k está convencida de que, al igual que en CABA, el desdoblamiento beneficiará el armado libertario y favorecerá el ausentismo.
Por eso, cree que Cristina Kirchner es la única que puede enfrentarlo y redobló el operativo clamor para que sea candidata a diputada bonaerense por la tercera sección electoral. Pero la expresidenta sigue sin confirmarlo y algunos dudan de que acepte el desafío si las proyecciones plantean una derrota segura.
Pese a que las primeras seis elecciones confirmaron que sin unidad el PJ no puede presentar una propuesta competitiva ante el avance de Mieli, Kicillof lanzará este sábado el Movimiento Derecho al Futuro, rodeado de dirigentes afines, legisladores e intendentes, en una demostración de fuerza a la interna del peronismo. Su círculo de confianza analiza sellos para ir por fuera, si no logra acordar con el kirchnerismo.
En ese contexto, en el que cada uno juega por separado, nadie se entusiasma con la idea del triunfo. Por el contrario, cada vez son más los que se hunden en un clima derrotista y empiezan a mirar a las presidenciales de 2027, con la esperanza de que se profundice el descontento con Milei y tengan la oportunidad de volver a la Casa Rosada.