Estaban ansiosos y a la espera de su primer hijo varón. El período de gestación había transcurrido con éxito, el nene estaba sano y bien nutrido.
Durante el mes número siete, Oscar Jones y Sara Morris, una pareja de Holsworthy, Inglaterra, asistieron a una de las últimas ecografías de rutina. Durante el procedimiento, los médicos señalaron algo que en la imagen se destacaba a simple vista: se podía ver a su bebé con una gran porción de pelo oscuro y grueso, y se estimó que tenía más de un centímetro de largo.
Llegado el día del parto, el pequeño Oscar nació por medio de una cesárea, pesó aproximadamente 3,600 kilos y lució una cabellera de cinco centímetros color negro azabache.
"No lo podíamos creer. Nos llamó mucho la atención la longitud y el color porque nosotros lo tenemos tirando al castaño", aseguró Sara según publicó el Daily Mail.
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¿Qué pudo haber pasado?
"Puede ser por causas genéticas de los padres o por un exceso de estrógeno por parte de la mamá”, explica a Con Bienestar la pediatra Lucrecia Alegrette (M.N. 134.725).
La especialista hace hincapié en que la creación de pelo está ligada con algunas hormonas sexuales como, por ejemplo, el andrógeno (masculina) o el estrógeno (femenina). Durante el embarazo, la producción de hormonas se incrementa, lo que pudo haber provocado que el bebé tenga cabello en abundancia.
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"No es algo que se vea muy a menudo, pero nos encanta y Oscar está fascinado porque le gusta tocarse sus mechones, aunque se le enredan con frecuencia", relató la madre primeriza. A la semana del nacimiento, decidieron apodarlo "Mowgli" ya que descubrieron que tenía un gran parecido al personaje principal de la película de Disney El Libro de la Selva.
