A lo largo de nuestra vida, podemos sentirnos atraídos por diferentes tipos de personas, a veces por el físico, a veces por el humor y otras veces por la inteligencia y conocimiento. Esto último es lo que se conoce como sapiosexualidad, que se refiere a la preferencia sexual por la inteligencia de una persona, hasta el punto en que esta podría estar por sobre otros atributos como, por ejemplo la apariencia física.
La actriz y escritora sa Sophie Marceau sorprendió en los últimos días al señalar que se considera sapiosexual y lo hizo durante una entrevista en el marco de la presentación de su nuevo libro que incluye poemas, relatos y fábulas y al que tituló La Souterraine (Seghers, 2023).
La conocida intérprete afirmó al medio Liberation que se define con la citada orientación sexual que cuenta con muchos adeptos. Su confesión generó un gran desconcierto entre los aficionados a su trabajo y a sus películas, ya que el concepto de sapiosexualidad no es muy conocido. Esta corriente siempre existió, pero ahora el avance de los tiempos y el auge las redes sociales permitieron que tenga cada vez más repercusión y más visibilidad.
Qué es la sapiosexualidad
Alguien podría ser heterosexual, homosexual o bisexual y, a su vez, identificarse como sapiosexual. El término es un neologismo creado a partir de la palabra latina sapiens (sabio) y las características de estas personas tienen que ver con una atracción genuina, que ignora todo lo relacionado con la edad o el sexo.
Pese a que no hay muchos trabajos académicos que se hayan dedicado a estudiar en profundidad la sapiosexualidad, uno de 2018 publicado en Science Direct y realizado por expertos de la Universidad de Australia Occidental, describió a los sapiosexuales como “individuos que consideran que los altos niveles de inteligencia (CI) son la característica sexualmente más atractiva de una persona”.
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Después de desarrollar su investigación con una muestra de 383 participantes, con una edad promedio de 25 años, los especialistas concluyeron que “para algunos, la percepción de altos niveles de inteligencia es tan sustancial que puede inducir excitación sexual, más que cualquier otro atributo”.
Características de las personas sapiosexuales
- Sienten atracción hacia lo nuevo o a lo que sea novedoso y rechazan la rutina.
- Tienen mayor excitación gracias a la inteligencia de la persona que al o físico.
- Se sienten atraidos/as por conversaciones que les estimulen a pensar, debatir y, sobre todo, a aquello que les genera nuevos conocimientos.
- Son personas que buscan nuevas experiencias y están abiertas a nuevos retos.
- Buscan el deseo.
- Huyen de lo superficial.
- Son personas curiosas y con imaginación.
La edad, las mujeres y la sapiosexualidad
La sapiosexualidad no está ligada a la edad y, según la psicóloga española Marina Castro, es cierto que, normalmente, a más edad, más experiencia vital y más conocimientos a nivel intelectual, pero la realidad es que nos puede atraer una persona de nuestra misma edad o, incluso, más joven.
Lo que sí es cierto es que normalmente los sapiosexuales suelen ser más mujeres y esto ocurre porque nuestros cerebros son diferentes y los factores que nos excitan también. Los hombres se estimulan más con la vista y con el físico, mientras que las mujeres necesitan otros estímulos.
“Existe una diferencia biológica entre el deseo de los hombres y de las mujeres”, explicó Castro, quien añadió que en la mujer, la sensación de necesidad sexual se produce en momentos muy concretos de la vida (en la fase de enamoramiento, en los picos de ovulación, antes de la menstruación y durante el embarazo) y no son procesos continuados, mientras que, en el caso de los hombres, el deseo sí puede ser más continuo al ser más físico.
Famosos sapiosexuales
A pesar de que es un término que se fue conociendo cada vez más en los últimos años, usualmente se dice que la reconocida actriz y modelo estadounidense, Marilyn Monroe, pudo haber sido sapiosexual, ya que, solía señalar que se sentía atraída por personas que leían. De hecho estuvo casada con dos escritores, entre 1956 y 1961 con el dramaturgo y guionista Arthur Miller y, previamente, con James E. Dougherty, que fue su primer marido, entre 1942 y 1946, quien, además de haber sido policía, fue escritor.
Hay una famosa anécdota entorno de esa preferencia sexual de Marilyn: fue cuando consideró que Albert Einstein era el hombre más seductor que le habían presentado nunca y le propuso —quizá en broma, quizá en serio— que deberían tener un hijo juntos para que tuviera su físico y la inteligencia del científico alemán.
