Hay una conexión sorprendente: la baja satisfacción sexual en la mediana edad podría estar relacionada con problemas de memoria en etapas posteriores de la vida. Es lo que concluye un reciente estudio realizado por destacados investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, EE.UU.
Estos hallazgos abren una ventana hacia una comprensión más profunda de la influencia que tiene nuestra vida sexual en nuestra salud cognitiva.
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El trabajo publicado en la revista académica de Oxford The Gerontologist, es el primero en analizar la relación entre:
- La función eréctil.
- La satisfacción sexual.
- La cognición.
La investigación contempló hombres de entre 56 y 68 años. Así, con el fin de indagar sobre la manera en la que la vida sexual puede afectar a la salud, descubrieron que el descenso de la satisfacción sexual y la función eréctil se correlacionaba con una futura pérdida de memoria.
“La investigación sobre la salud sexual se ha centrado históricamente en facetas cuantificables de la sexualidad, como el número de parejas o la frecuencia”, afirma en un comunicado de prensa el autor principal y candidato a doctorado de Penn State, Riki Slayday.
“Lo que nos interesaba era la percepción de esa actividad, cómo se siente alguien con respecto a su vida sexual y cómo eso influye en la función cognitiva, porque varias personas podrían estar físicamente en la misma situación, pero experimentar niveles completamente diferentes de satisfacción”.
Se siguió a los participantes a partir de la mediana edad porque representa un período en el que comienzan a surgir disminuciones en la cognición, la satisfacción sexual y la función eréctil. Los investigadores dicen que la fuerte correlación entre las tres variables apunta a una conexión general entre la salud física y psicológica.
“Cuando mapeamos la relación a lo largo del tiempo y encontramos aumentos o disminuciones en la función eréctil y la satisfacción sexual quedaron asociados con aumentos o disminuciones concurrentes en la memoria”, señala Slayday. “Estas asociaciones sobrevivieron al ajuste por factores demográficos y de salud, lo que nos dice que existe una conexión clara entre nuestra vida sexual y nuestra cognición”.
Los autores enfatizan sobre la importancia de considerar la disfunción eréctil como una señal de advertencia de otros problemas de salud, incluida la posible pérdida de memoria en el futuro. Si bien existen tratamientos disponibles para la disfunción eréctil, aún no hay una solución efectiva para la pérdida de memoria.
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“Los científicos encontraron que si la persona tiene una satisfacción baja en general, tiene un riesgo más alto de problemas de salud como demencia, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardiovascular y otros problemas relacionados con el estrés que pueden conducir al deterioro cognitivo”, explicó Martin Sliwinski, profesor de desarrollo humano y estudios familiares en Penn State y coautor del estudio en el comunicado de prensa.
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“Le decimos a la gente que debe hacer más ejercicio y comer mejores alimentos. Estamos demostrando que la satisfacción sexual también tiene importancia para nuestra salud y calidad de vida en general”, destaca.
De este modo, los autores concluyen que hay una clara relación entre la salud sexual y el cerebro, aunque se necesitan más trabajos similares para concretar la dirección de esta relación, es decir, si uno causa al otro o si ambos están influenciados por otro factor no contabilizado.
