Después de una llegada trastabillada al aeropuerto de Ezeiza, Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, tuvieron un recibimiento tête à tête. El presidente Mauricio Macri y Juliana Awada les dieron la bienvenida en la Casa Rosada, donde los mandatarios llevaron adelante una reunión bilateral y una conferencia de prensa en conjunto. Al término, estaba previsto que los cuatro almuercen en un restaurante de una isla del Tigre.
Para la ocasión, las mujeres se apegaron a la fórmula de menos es más y apostaron a colores claros para estar a tono con el horario de la cita. Para Brigitte, la jornada arrancó temprano, con una visita sorpresa a una librería en calle Santa Fe.
Juliana eligió un modelo de seda estampada de la última colección de Evangelina Bomparola, una marca que la acompaña en muchas de sus actividades públicas. El corte era tipo kimono, pero a la rodilla y con la falda de atrás más larga. Completó el look con sus amadas sandalias de tiras finas en nude.
La primera dama suele imitar un combo que le fascina: traje de diseñador local y zapatos importados. Además de Gianvitto Rossi, sus marcas preferidas de calzado son Casa Dei, Saint Laurent, Manolo Blahnik, entre otras.
¿El peinado? Un medio recogido con volumen que ya es parte de su marca registrada.
La primera dama sa le dio un toque de modernidad al típico trajecito a la rodilla con su conjunto marfil que tenía como detalle un gran cierre en el medio de la falda y un aplique de volados. Acompañó con stilettos de gamuza negros. La marca predilecta de Brigitte es Louis Vuitton, emblema de su país.
