Una situación insólita tuvo lugar el fin de semana pasado en la provincia de Santa Fe, durante la 123° edición de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe. Los protagonistas fueron un caballo y una llama que, pacíficamente, esperaban el desfile de visitantes frente a una iglesia local.
Ambos animales iban vestidos con atuendos festivos pero el detalle que captó la atención de los vecinos fue que no se los veía comer ni tomar agua, y por ello decidieron presentar una denuncia por maltrato animal.
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Así lo contó el subsecretario de Convivencia Ciudadana de la capital provincial, Guillermo Álvarez, a través de un hilo de Twitter en el que relató el operativo que llevó adelante personal del organismo que él conduce, a raíz del reclamo vecinal. Pero resultó ser que las cosas no eran lo que parecían.
“Como siempre, tratamos de hacerlo con la mayor celeridad posible, en pos de erradicar el maltrato animal y hacer cumplir las ordenanzas”, señaló en la red social Álvarez, sobre el momento en que fueron a constatar la denuncia.
La sorpresa se la llevaron cuando, al llegar al lugar, advirtieron que las supuestas víctimas del maltrato no eran reales sino muñecos que estaban en ese lugar para que los peregrinos, en particular los chicos, pudieran sacarse fotos con ellos.
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“Pensamos que se habían congelado del frío los animales”, se permitió bromear Álvarez en Twitter , y agregó que, finalmente, todo resultó ser “una linda anécdota de este hermoso fin de semana con esta gran fiesta santafesina”.
Más allá de la confusión, el funcionario recordó que en ediciones anteriores habían decomisado animales reales que estaban exhibidos con fines de lucro y que, en esos casos, sus dueños fueron sancionaron.
