Romina Peralta es un ángel. No un ángel de esos que vemos en los altares o en los dibujos, es uno sin alas, al que podés ver, tocar y hablar, pero con el mismo poder de amar que tienen los otros ángeles. Este ángel vive en el barrio Santa Catalina de Lomas de Zamora. Un lugar donde nada sobra y todo falta; sobre todo, trabajo.
El ángel Romina trabaja y es la encargada del comedor “Jóvenes hacia el futuro”, que fue fundado en 2018 y en donde los jueves, a partir de las 19, se entregan viandas para la cena. Además, tienen un ropero solidario para que los vecinos que necesiten prendas se las lleven sin costo.
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Un jueves, hace algunos meses, Romina vio a una pequeña que estaba a punto de cumplir 15 años y que estaba en la cola pidiendo comida. Le dio mucha pena que esa nena que tenía el sueño de su fiesta de 15 -como toda nena- no lo iba a poder cumplir. ¿Qué hizo el ángel Romina? Se puso a pedir cosas por redes sociales y le armó su merecida fiesta. Esa fue la primera y, desde ese día, no para de organizar fiestas de 15 solidarias.
El sábado 18 de febrero será el turno de María, una chica de Santa Catalina que tendrá su noche soñada gracias al proyecto del ángel Romina.
Si bien es un ángel, necesita de la colaboración de todos
Toda donación relacionada a una fiesta de 15 es bienvenida. Vestido, ropa, decoración, peinado, maquillaje, comida. Todo viene bien.
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Para el próximo cumpleaños de 15, necesita ayuda para poder preparar la cena en esa fiesta que, como todas en el barrio, se hacen en un galpón de la sociedad de fomento: lo que requiere ahora es la donación de gaseosas y pollos y verduras para las guarniciones.
La obra de Romina es inmensa y las nenas que van cumpliendo con el sueño de su fiesta se quedan con ella para ayudarla a organizar las que vienen.
Los padres de las nenas no saben cómo agradecer tanto amor. “Yo estoy sin trabajo, hago changas y la madre de María tampoco tiene un trabajo estable”, dice Ramón, el padre de María que cumplió años hace algunos meses. “Nosotros comemos en el comedor del barrio. Si Romina no hubiera organizado toda la fiesta, jamás se la podríamos haber dado a la nena. Nunca vamos a poder agradecer lo que nos dio”. Como Ramón, otros padres y madres se emocionan al hablar de ella.
Romina, durante las mañanas, es barrendera contratada por la municipalidad de Lomas de Zamora. Gana muy poco y muchas veces tiene que poner de su dinero para ir a buscar las donaciones. Ella no lo dice, pero también necesita corazones nobles que la ayuden en esa tarea de ir a buscar lo que la gente dona.
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En el barrio Santa Catalina, no hay calles asfaltadas, no hay cloacas, hay inseguridad y muchísimos problemas, pero Romina fabrica princesas que tienen su noche soñada y reciben el amor que solo un ángel sabe dar.
