La Subsecretaría de Ambiente rescató a seis pumas provenientes del tráfico de fauna y los trasladó a Uruguay para que formen parte de un proyecto de conservación de la especie.
El organismo nacional, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), lideró el rescate de estos ejemplares que se encontraban cautivos en un campo ubicado en la localidad bonaerense de Balcarce.
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Tras conocerse el rescate, autoridades uruguayas de la Estación de Cría de Fauna Autóctona de Pan de Azúcar (Piriápolis, departamento de Maldonado), y del Bioparque M’Bopicuá de Montes del Plata (departamento de Río Negro) aron a la BCA para consultar si había alguna posibilidad de recibir ejemplares incautados.
Ambos establecimientos desarrollan un programa de cría en cautiverio de pumas, una especie clave para la conservación en Uruguay, donde quedan muy pocos registros en la naturaleza.
Para ello, se construyeron recintos especialmente diseñados para recibir a los animales, asegurando su bienestar con alimentación adecuada y atención veterinaria.
Es importante destacar que en 2022 Uruguay donó un ejemplar de yaguareté a Argentina como parte de un proyecto de reintroducción. Ahora, en un gesto similar, Argentina colabora con la conservación del puma, contribuyendo a su posible reintroducción en el país vecino.
El puma es una especie catalogada como amenazada y considerada prioritaria para la conservación en Uruguay, además de ser clave en el diseño del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Su capacidad de adaptación es notable, lo que dificulta generalizar sobre su comportamiento, plantean expertos del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo.
Enrique González, especialista en Biodiversidad y responsable de la Sección Mamíferos de este museo, explica en el informe Situación del puma en Uruguay: “No hay ‘una población’ de pumas propiamente dicha, sino algunos individuos que forman parte de un conjunto más grande, que sobrevive en la región, y en el que algunos ejemplares se desplazan atravesando las fronteras políticas”.
Para garantizar la conservación de esta especie, tanto en Uruguay como en la región, González enfatiza la importancia de informar y concientizar a todos los sectores de la sociedad, desde los niños en la escuela hasta productores y autoridades. También resalta la necesidad de promover la investigación científica, coordinar esfuerzos entre diferentes actores y desarrollar planes de acción enfocados en resolver conflictos, como los relacionados con la depredación de ganado.
