Las mujeres con discapacidad enfrentan numerosos desafíos y prejuicios en su camino hacia la maternidad. A menudo, se les niega el derecho a ser madres, se les estigmatiza y se les considera incapaces de cuidar a sus hijos.
En la semana en que se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, queremos destacar la importancia de romper los prejuicios y estereotipos que rodean a las mujeres con discapacidad en su rol de madres.
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La Maternidad en la Discapacidad: Un Derecho y una Realidad
Es hora de cambiar esta realidad y reconocer que las mujeres con discapacidad tienen el mismo derecho que cualquier otra persona a ser madres y a disfrutar de una vida plena y satisfactoria. “Es fundamental que, como sociedad, reconozcamos y respetemos los derechos de las mujeres con discapacidad a ser reconocidas como madres sin cuestionamientos ni infantilización. Es hora de romper los prejuicios y estereotipos que las rodean y de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para todas”, explica Daniela Aza, comunicadora e influencer de la discapacidad
En este sentido, se están llevando a cabo diversas iniciativas y acciones para promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las mujeres con discapacidad en su rol de madres.
Contra las barreras: diagnóstico no es destino
Daniela Aza nació con artrogriposis múltiple congénita y cuando era muy pequeña, los médicos anticiparon a sus padres que no podría caminar, pero contra todos los pronósticos, derribó las barreras físicas: se sometió a 15 cirugías y diversos tratamientos para corregir las curvaturas de sus inferiores y superiores, ya que ese síndrome clínico se caracteriza por contracturas y rigidez en articulaciones, no progresivas y de aparición en el período prenatal.
Miedos y una sociedad que todavía necesitar aprender sobre inclusión y discapacidad
En los últimos días, Daniela recibió cuestionamientos a su maternidad a través de redes sociales como TikTok donde encontró muchos comentarios prejuzgando su condición. Entre ellos: “¿cómo lo vas a agarrar?”, “va a sufrir” “le van a hacer bullying por su mamá” “va a nacer como ella” Ante esto, ha respondido desde la educación, la parodia y la ironía.
“Por supuesto que los miedos están y nada es color de rosa pero me imagino una mamá comprensiva y abierta y trasladando valores importantes como la empatía y el amor propio. Me imagino creativa para sortear las dificultades y resiliente como lo soy en muchos otros aspectos” Reflexiona Aza.
Daniela cuenta que a una mamá con discapacidad la animaría a creer en si misma más allá de un entorno que no nos cree capaces y que impone prejuicios todo el tiempo.
“Es importante que sigamos luchando por nuestros derechos y enfrentar los cuestionamientos que recibimos a diario. Cada maternidad y cada persona es única porque todas somos diferentes. Valorar esas diferencias es lo que nos hace mejores” Concluye.
