Generalmente, se cree que guardar los alimentos en la heladera ayudan a preservarlos por más tiempo, y aunque en la mayoría de los casos es así, en otros genera el efecto contrario.
Especialistas en nutrición y seguridad alimentaria indican que no todos los alimentos deben ir al frío, ya que algunos productos, lejos de beneficiarse, pueden arruinarse más rápido o perder sabor y textura si se los refrigera.
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El tomate es una de los alimentos que nunca deben ir en la heladera. Foto: Pixabay)
Hay tres alimentos que jamás deberían ir en la heladera, a pesar de que muchas personas los guarden allí. Se trata de:
- Tomates: guardar tomates en la heladera es uno de los errores más comunes. El frío interrumpe el proceso de maduración natural y altera su textura, volviéndolos harinosos y menos jugosos. Además, pierde parte de sus compuestos aromáticos, por lo que su sabor se ve claramente afectado. Lo ideal es conservarlos en un lugar fresco, fuera de la luz directa.
- Papas: las bajas temperaturas convierten su almidón en azúcar más rápidamente, lo que altera su sabor y puede afectar la cocción. Además, al refrigerarlas, se acelera la producción de una sustancia llamada acrilamida cuando se cocinan a altas temperaturas, lo cual no es saludable. Lo mejor es guardarlas en un lugar seco, oscuro y ventilado.
- Pan: aunque parece lógico guardar el pan en la heladera para que no se ponga duro o se llene de moho, la realidad es que el frío acelera el proceso de retrogradación del almidón, lo que hace que se reseque más rápido. Si no lo vas a consumir en pocos días, es preferible congelarlo y luego tostarlo o calentarlo cuando lo necesites.
