La heladera es uno de los electrodomésticos que usamos día a día y, por lo tanto, acumula más suciedad por los restos de comida que quedan o las bebidas que se pueden volcar.
A muchas personas les surge la duda sobre cuántas veces se debe limpiar a fondo la heladera para evitar que se dañe o que comience a emitir un olor desagradable.
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Cada cuánto hay que limpiar la heladera
Los expertos aseguran que lo ideal para mantener el electrodoméstico en buen estado es hacer una limpieza profunda cada 2 o 3 meses, ya que es un tiempo suficiente para prevenir la acumulación de bacterias, hongos y malos olores.
Sin embargo, a pesar de esto, también se pueden hacer limpiezas rápidas cada 7 o 10 días, ya que esto ayuda a revisar vencimientos y posibles derrames que puedan recurrir.
Por qué es importante limpiar la heladera
Al mantener la heladera limpia, se puede evitar la contaminación cruzada que se puede generar entre los restos de líquidos o alimentos crudos, como la carne, que puede afectar a otros productos.
De esta manera, se deben revisar los alimentos cada vez que se limpia, por lo que es un momento ideal para desechar los que están vencidos o con moho, que pueden afectar a otros y, si son consumidos por error, causar molestias digestivas.
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Cómo hacer una limpieza profunda de la heladera
- Desenchufá la heladera antes de empezar a limpiarla.
- Sacá todos los alimentos y aprovechá para revisar sus fechas de vencimiento para tirar los que ya no sirven.
- Retirá todos los estantes y cajones. Lavalos con agua tibia y detergente. En casos donde hay mayor suciedad, podés agregarle una cucharada de bicarbonato de sodio.
- Para la limpieza interna, usá una mezcla de agua tibia, vinagre y unas gotitas de limón. Sumergí un paño limpio en esa solución y luego pásalo por las partes del electrodoméstico.
- Antes de volver a armarla, secá bien cada parte para evitar que quede húmedo, ya que esto puede favorecer la generación del moho.
Para mantener la heladera impecable siempre, es recomendable hacer limpiezas ligeras cada 15 días o revisar los cajones de frutas y verduras a diario para tirar lo que se deterioró.
