Cualquier sobra de un almuerzo o una cena puede ser perfectamente reciclado en otra comida. Se le agregan o modifican algunos detalles, para no repetir al 100%, y listo. Sin embargo, hay algunas cosas a las que no hay que tocarles nada, como por ejemplo la pizza.
Una porción o varias que hayan sobrado de la cena, así como están, se come al día siguiente. Y la pizza fría en el desayuno es uno de los casos más típicos de reciclado, aunque en este casi sin ningún retoque: así, como está, se suma a la primera ingesta de la mañana.
Sin embargo, algunos lo objetan por las presuntas amenazas de haberse contaminado entre las horas que pasaron de la cena hasta el desayuno. De hecho, un experto revela por qué es peligrosa esta sabrosa costumbre.
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Se trata del influencer español Jorge Ángel Heras Huélamo, conocido en sus redes sociales como “Enfermero Jorge Ángel”, quien advierte en uno de sus videos sobre los riesgos de consumir la pizza fría en el desayuno.
Adiós a la pizza fría en el desayuno: guardarla en la misma caja, el gran error
Cuando llega el delivery o se retira la pizza del local en la que se compró, ésta lleva dentro de la típica caja de pizza de cartón. Recién salida de horno y con el queso muzzarella derretido, solo queda cortarla en porciones y disfrutarla.
Pero según el enfermero Jorge Ángel, el gran error llega en el momento de conservar las sobras que, obviamente, a nadie se podría llegar a ocurrir descartarlas en la basura. Por el contrario, la mayoría la deja en la misma caja que se usó de pizzera, lista para desayunarla a la mañana siguiente.
Pero el influencer advierte que, si pasaron más de dos horas desde el momento en que salió pizza del horno, conservarla en ese lugar, fuera del frío de la heladera, puede traer trastornos en la salud casi inmediatos.
“Lo típico que hacemos de cenar con los colegas, la guardamos en su caja y al día siguiente te la desayunas con un café”, dice el enfermero y explica que esta acción posiblemente lleve a que se acumulen cientos de bacterias en ese sobrante de pizza.
“Te puede dar perfectamente una gastroenteritis con vómitos y diarrea”, advierte este enfermero de 33 años, recibido de enfermero en la Facultad de Cuenca.
De todos modos, a pesar de este panorama, el enfermero no sugiere deshacerse de las porciones, sino que invita a conservarlas con una mayor responsabilidad para evitar una intoxicación. Y esto es guardarlas en la heladera.
Adiós a la pizza fría en el desayuno: cómo recalentar las porciones que sobran
Entonces, para hacer las cosas bien, luego de cenar, las porciones sobrantes hay que guardarlas en la heladera para comerla a la mañana siguiente (y si se van a guardar por más tiempo, lo mejor es guardarlas en el freezer).
Hay tres variantes que, además, permiten que la masa continúe siendo como recién cocinada:
- En el horno. Precalentarlo por unos minutos a 170° - 190° y luego colocar las porciones en una pizzera, que debe ir en la parte central del horno. En la bandeja inferior, colocar dos o tres vasos con agua, para que la pizza se recaliente, pero con vapor, sin perder la jugosidad de los ingredientes.
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- En el microondas. Por un tema de espacio, no se podrán calentar más de una o dos porciones al mismo tiempo. Pero vuelve a ser clave el vaso con agua acompañando a la pizza para evitar que la masa se ponga gomosa. Con la máxima potencia del equipo, en menos de un minuto debería estar lista para comer.
- Sartén de teflón. Precalentarla a fuego bajo, colocar la porción de pizza junto con un par de cucharadas de agua. Tapar la sartén para que se cocine con vapor. Es clave mantener el fuego mínimo para que no se queme la base de la pizza.
