Con la llegada del frío, una prenda clásica del otoño y el invierno vuelve a tomar protagonismo: la bufanda. Disponible en una amplia variedad de materiales, puede usarse de múltiples formas.
Para esta época del año, hay tres estilos que destacan. Usarlas de esta forma no solo garantiza cubrir el cuello y parte de la cabeza del frío. También es una manera de estar a la moda.
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Tres maneras de usar la bufanda
La bufanda es una prenda que hace juego con el resto de la vestimenta. Según el material, calienta más o menos. Al momento de usarla, conviene seguir las tres recomendaciones compartidas por sca Niro a través de su perfil en TikTok (@franniro), dedicado a compartir distintos tips.
- Primera forma: se pone con las puntas hacia atrás y luego se vuelven a mandar hacia adelante. De esta forma, se envuelve el cuello y los dos extremos quedan a la altura del pecho. Para darle un toque más elegante, se deben pasar las puntas por un hueco que queda entre el cuello y la prenda.
- Segunda forma: se toma la bufanda y se dobla hasta la mitad. Se generará un hueco por el que hay que pasar la mano y luego el otro extremo de la bufanda. De esa manera, todo el cuello queda protegido.
- Tercera forma: las dos puntas van hacia adelante. Uno de los extremos se monta sobre el otro y forman una figura parecida a un cuatro. Uno de los extremos quedará a la altura del estómago. Este debe envolverse hacia adentro para generar un nudo. De esta manera, uno de los extremos quedará hacia adelante y otro hacia atrás.
Qué materiales elegir para una bufanda
La elección del material no solo define el estilo, sino también el nivel de abrigo. Estos son algunos de los tejidos más recomendados:
- Lana: es la opción clásica para combatir el frío. Brinda calor, es duradera y permite la transpiración. Las variedades más buscadas incluyen la lana merino y la de alpaca.
- Cachemira: proviene de cabras originarias de Asia. Es suave, liviana y muy abrigada. Su textura es considerada lujosa y su capacidad térmica la convierten en una elección para el invierno.
- Algodón: es más liviano que la lana, resulta ideal para climas templados o para quienes buscan comodidad sin tanto abrigo. Es una buena opción para otoño o primavera.
- Seda: su uso es más decorativo que térmico. Se trata de una fibra natural, elegante y fresca, ideal para complementar un atuendo en temporadas de transición.
- Acrílico y fibras sintéticas: son alternativas accesibles que imitan la lana, aunque ofrecen menor capacidad térmica. Se destacan por su variedad de colores y facilidad de lavado.
