Aunque muchas veces pasa desapercibido, lavar la mochila es una tarea clave para garantizar su durabilidad, higiene y buen estado. Pero, ¿cada cuánto es necesario hacerlo? Según expertos en equipamiento y actividades al aire libre, la frecuencia depende del tipo de uso que se le dé.
Desde marca alemana Deuter, especializada en mochilas y rios para montaña y viajes, aseguran que no hace falta lavarlas con frecuencia, pero sí recomiendan hacer una limpieza profunda una o dos veces al año. Esto ayuda a conservar el material, evitar malos olores y alargar la vida útil del producto.
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Por su parte, el sitio especializado Backpacking Guys sostiene que si se utiliza la mochila para actividades intensas, como trekking, camping, o incluso para llevar ropa de gimnasio, lo ideal es lavarla cada uno o dos meses. En estos casos, la acumulación de suciedad, sudor y bacterias puede generar deterioro prematuro o incluso problemas de salud.
La recomendación general de los expertos es hacer una revisión regular: si la mochila presenta manchas visibles, mal olor o estuvo expuesta a ambientes húmedos o sucios, es momento de lavarla. En cambio, si su uso es más esporádico o cotidiano —como llevar libros o una notebook al trabajo—, una limpieza anual suele ser suficiente.
Cómo lavar tu mochila, paso a paso
- Vaciá por completo la mochila. Revisá bien los bolsillos y compartimentos.
- Sacudí la mochila para sacar la tierra, pelusas y restos sueltos.
- Retirá piezas desmontables como armazones o correas extraíbles.
- Prepará una mezcla de agua fría o tibia con jabón neutro.
- Frotá con un cepillo suave o esponja las zonas interiores y exteriores.
- Enjuagá con agua limpia hasta eliminar todo el jabón.
- Colgá la mochila boca abajo a la sombra para que se seque al aire libre.
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Por qué no se recomienda lavar la mochila en el lavarropas
No se recomienda lavar la mochila en el lavarropas por varias razones:
- Puede dañar la estructura de la mochila: el movimiento del tambor puede deformar costuras, cierres y otros refuerzos internos.
- Desgasta el revestimiento impermeable: muchas mochilas tienen capas protectoras que se deterioran con el lavado agresivo.
- Riesgo de dañar el lavarropas: hebillas, correas o piezas rígidas pueden golpear el tambor y afectar el funcionamiento del electrodoméstico.
- No limpia profundamente los rincones: el lavado a máquina no siempre llega a los compartimentos interiores o bolsillos ocultos.
