El papel moneda se usa con menos frecuencia que antes en algunas sociedades. Aunque la billetera y el monedero siguen presentes en la cotidianidad, cada vez más personas prefieren otra opción al momento de trasladar sus tarjetas.
Se trata del tarjetero slim, una innovación que permite llevar las tarjetas y los documentos de forma sencilla. Es una opción minimalista, en un contexto en el que distintas áreas apuestan por esta característica.
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Una alternativa práctica para transportar tarjetas y documentos
Con el desarrollo de las plataformas digitales y la evolución de los métodos de pago, el uso de billetes de forma corriente no es tan elevado como en otros momentos históricos. Al simplificar estos procesos, también cambian los hábitos de las personas.
En la actualidad, millones usan un tarjetero slim para transportar sus tarjetas de crédito, débito o , además de los documentos personales. La finalidad de este invento, de reciente data en relación con otros, es proveer una alternativa funcional y compacta.
Dentro de las características que poseen algunos modelos en la actualidad están:
- Diversidad en los materiales: se pueden encontrar opciones hechas con cuero, aluminio, acero inoxidable, fibra de carbono, tela o nylon balístico, plástico ABS o policarbonato.
- Capacidad de almacenamiento: según el material y el tamaño, pueden almacenar entre 2 y 12 tarjetas.
- Evolución tecnológica: existen modelos que incluyen tecnología de protección RFID. Protege las tarjetas de ondas de radiofrecuencia a través de las cuales se pueden identificar y transmitir los datos de las tarjetas.
- Comodidad: los tarjeteros slim suelen tener un ancho de entre 6 y 7 centímetros. Su alto tiende a ser de entre 9 y 10 centímetros, con un espesor (espacio vacío) de entre 0,5 y 1,5 centímetros.
Esta propuesta minimalista crece de forma sostenida desde hace unos diez años, en promedio. De acuerdo con reportes presentados por marcas como Secrid, que está radicada en Países Bajos, se vendieron más de 9 millones en tarjeteros desde el 2009. Una tendencia que viene en ascenso, de la mano con la evolución tecnológica en cuanto a modos de pagos.
