El robo de 173.600 Ethereum (el equivalente a US$600 millones) de un grupo de hackers al juego Axie Infinity puso en duda la seguridad de los títulos denominados “play to earn”, que recompensan con activos digitales a los jugadores.
Según informó el sitio Motherboard, la empresa que gestiona el juego se enteró del ataque luego de que un jugador informara que no podía retirar 5.000 Ethers. Esto preocupó a los s, que justamente juegan al Axie Infinity para aumentar sus ganancias en criptomonedas.
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Axie Infinity: cómo fue el mayor robo de criptomonedas de la historia
Los atacantes explotaron una brecha en un nodo del videogame, cuyo funcionamiento se sustenta en la cadena de bloques (blockchain) denominada Ronin. De ese modo consiguieron credenciales para realizar retiros empleando las claves robadas.
“La mayoría de los fondos hackeados todavía está en la billetera del hacker”, explicaron las autoridades de la compañía, que respondió al ataque poniendo en pausa el puente con Ronin para cerrar las vías vulneradas.
Ante la desconfianza de los jugadores con respecto a la seguridad de los NFTs y tokens que obtuvieron en el último tiempo, la empresa respondió: “Estamos trabajando con funcionarios judiciales, criptógrafos forenses y nuestros inversores para asegurarnos de que no se pierdan los fondos de los s”.
Axie Infinity y las criptomonedas: cómo recompensa a sus jugadores
Axie Infinity es el paradigma de los juegos “play to earn”, que son aquellos que premian a los s con criptoactivos que pueden convertirse en dinero real. A primera vista parece fácil, pero no lo es.
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En un primer momento los jugadores deben invertir y sortear algunos desafíos, por lo que deberán tener conocimiento en el mundo cripto. Luego, las recompensas pueden ser por su fidelidad, su tiempo y sus habilidades.
“Luchá, recolectá y ganá”, es el lema de Axie Infinity, que le da la posibilidad a sus jugadores de cambiar los activos digitales en dinero tradicional. Sus creadores plantean que el juego es de los jugadores, considerando que las criptodivisas que ganan no dependen de bancos ni de estados.
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“Play-to-earn es un cambio importante en la naturaleza del trabajo; esperamos trabajar con naciones físicas (gobiernos) en un camino a seguir que fomente la innovación y empodere a los jugadores”, explican.
