Con casi 35 años de recorrido, el Telescopio Espacial Hubble sigue entregándonos espectaculares imágenes del Universo. Lo ha vuelto a hacer, con la captura de un cúmulo estelar que se encuentra a poco más de 200.000 de años luz de nuestro planeta. Esa formación es conocida como NGC 346 y es descripta por los astrónomos como una “cuna de estrellas”.
Hubble fotografió a una “guardería estelar”: los detalles de esa formación en el espacio
El video que abre este repaso muestra las imágenes más detalladas de NGC 346 a las que se tiene , cortesía de Hubble. Tal como observa la publicación Mashable, esta nueva captura “demuestra que el legendario telescopio aún conserva su fuerza, incluso en la época dorada del James Webb”, en referencia a un potente instrumental que opera desde el espacio hace poco más de dos años.
Con unas 2.500 estrellas recién nacidas en su interior, NGC 346 se encuentra dentro de la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana a unos 210.000 años luz de la Tierra, en la constelación Tucana. Junto a la Gran Nube de Magallanes, aquella es una de las galaxias vecinas más cercanas a la Vía Láctea.
Aunque este cúmulo ya se había observado anteriormente, esta es la primera vez que se combinan en una sola imagen datos de las tres longitudes de onda de la luz, es decir, infrarroja, visible y ultravioleta. “El resultado es un retrato espectacular de cómo se forman las estrellas y cómo influyen en su entorno espacial”, dice la fuente.
NGC 346 y las pistas sobre la juventud del Universo
La captura de Hubble también es valiosa porque nos muestra cómo pudo haber sido el Universo cuando era joven. Al respecto, señalaron desde la Agencia Espacial Europea (ESA), que junto a la NASA opera el telescopio. “La Pequeña Nube de Magallanes es menos rica en elementos más pesados que el helio. Esto crea condiciones en la galaxia similares a las que existían en el Universo primitivo”.
En ese sentido, los astrónomos han hecho foco en esa galaxia para comprender cómo podría haber sido la formación de estrellas hace miles de millones de años.
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Recientemente, científicos utilizaron el James Webb para estudiar a una decena de estrellas en el mismo cúmulo. En ese marco, descubrieron que, incluso a edades relativamente avanzadas, las estrellas aún conservan discos sustanciales, las nubes de gas y polvo que las rodean y que eventualmente pueden fusionarse para formar mundos jóvenes.
