Cuando nos hablan de hologramas es casi inevitable pensar en la faceta más futurista de la comunicación. Eso ocurre hace muchos años: por caso, en las primeras películas de la saga Star Wars hemos visto este mecanismo, que en pleno siglo XXI se prepara para dar un salto de magnitud.
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Desde la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, surge un prometedor sistema de proyección audiovisual en tres dimensiones. ¿Qué lo diferencia de lo visto hasta ahora? La propuesta es crear una experiencia multisensorial, no solamente visual. El objetivo es ofrecer una comunicación no presencial, en 3D, que sea sustancialmente más inmersiva.
Los hologramas new age
Según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature, el sistema holográfico que desarrollan se basa en lo que se conoce como “levitación acústica”, que se logra al proyectar luz en una pequeña superficie de plástico en movimiento, con ondas de ultrasonido.
“El objeto se lanza tan rápido que todo lo que ve el ojo es una imagen 3D en constante evolución de unos pocos centímetros de diámetro, dibujada en el aire”, señalan en la mencionada publicación y añaden que uno de los aspectos más interesantes es que este mecanismo requiere muy poca potencia computacional.
Más allá del incluir sonido, acaso el principal encanto de estos hologramas es que son táctiles. Es decir, es posible tocarlos o, al menos, tener esa sensación. Para esto, los científicos británicos usan un sensor de infrarrojos que apunta a la mano del .
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“La gente lo describe como un soplo de aire en la piel, como un cosquilleo”, explicó Diego Martínez Plasencia, uno de los investigadores involucrados en el proyecto.
El invento tiene algunas limitaciones, por ejemplo la necesidad de contar con parlantes en ambos lados de la pantalla lo que restringe las capacidades de interacción con el holograma, además de su tamaño y la baja resolución de las imágenes. Sin embargo, los responsables de la iniciativa creen que en el futuro podrán mejorar este punto para crear imágenes holográficas con altavoces en un solo lado del sistema.
La gente lo describe como un soplo de aire en la piel, como un cosquilleo”, explicó uno de los investigadores involucrados en el proyecto.
¿Cuáles son los usos posibles? Desde una nueva generación de chats más realistas, hasta su uso en maquetas interactivas e incluso aplicaciones en el campo de la medicina. “Apostaría a que esta tecnología se volverá comercial antes que muchas otras en las que trabajamos”, dijo un especialista consultado por Nature.
