El ámbito de la seguridad informática tiene sus colmos. Uno de los más recientes tiene como protagonista a Tulsi Gabbard, directora de la CIA en Estados Unidos, cuyas contraseñas fueron filtradas.
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En ese listado se comprueba que la mujer a cargo de la Inteligencia en aquel país usó los mismos s en diversos servicios, desoyendo una de las recomendaciones más básicas a la hora de crear claves robustas. Es llamativo, considerando su cargo y la experiencia necesaria.
La directora de la CIA, víctima de una filtración de contraseñas
El listado de claves filtrado —que incluye aquellas que usaba Gabbard— proviene de brechas de seguridad ocurridas durante 2012 y 2019. De acuerdo a la publicación TechSpot, las cuentas afectadas de la actual directora de Inteligencia en EE.UU. fueron utilizadas mientas ella aún tenía a información del Congreso de aquel país.
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Entre los servicios cuyas contraseñas se filtraron, figuran Gmail y Dropbox.
Si bien las contraseñas de Tulsi Gabbard no pecaron con errores como los que se evidencian en los listados de s más vulnerables —como las frecuentes “123456” o “my”—, el hecho de que haya repetido combinaciones en diferentes plataformas supone un grave error, de acuerdo a las recomendaciones de los especialistas en ciberseguridad.
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Es lógico: en esos casos, cuando un ciberdelincuente accede a una contraseña, puede ingresar a diferentes servicios de la víctima.
Consejos para crear contraseñas fuertes
- Usar letras mayúsculas, minúsculas, símbolos y números. Además, es importante evitar las combinaciones fáciles de adivinar y eludir la repetición de claves en las diferentes plataformas que se usan.
- Elegir tres palabras consecutivas. La elección de los términos debe ser azarosa. En caso contrario, la contraseña podría ser fácilmente descifrada por ciberdelincuentes, en los denominados ataques de “fuerza bruta”.
- Nunca uses información identificable, como el nombre de tu equipo de fútbol favorito o los de tus hijos. Igual con fechas de nacimiento. Esto hace que tu contraseña sea mucho más fácil de descifrar. ¿Por qué? En muchos casos, esos datos están disponible en forma pública, por ejemplo en las redes sociales de los s que son apuntados por los atacantes.
