La istración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) autorizó el siguiente vuelo de prueba de Starship, el cohete con el que SpaceX pretende volar a la Luna y a Marte. La aprobación se confirmó luego de la revisión del lanzamiento anterior, realizado en marzo, que culminó en una impresionante explosión en el aire.
SpaceX volverá a probar a su nave Starship
Con el nuevo lanzamiento, la compañía aeroespacial de Elon Musk reutilizará por primera vez un propulsor Super Heavy. En el noveno vuelo, que se concretaría esta semana, emplearán un propulsor que se usó en el séptimo testeo, a comienzos del año en curso. Si bien reemplazaron algunas piezas, SpaceX señala que se conservaron 29 de los 33 motores Raptor.
Por lo demás, en la prueba de vuelo de Starship el cohete Super Heavy no regresará a la base de lanzamiento en Texas, Estados Unidos, sino que amerizará en el océano. El sector superior intentará el despliegue de ocho dispositivos de Starlink, una división de esta firma dedicada a proveer conexión satelital a Internet.
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Desde SpaceX dijeron que con este vuelo esperan poner a pruebas “varios experimentos enfocados en permitir que Starship regrese al sitio de lanzamiento”.
Nueva prueba para Starship de SpaceX: ¿cuándo y cómo seguir el lanzamiento?
Con el visto bueno de la FAA ya confirmado, se espera que la novena prueba de vuelo de Starship se concrete el martes 27 de mayo, si las condiciones meteorológicas acompañan. En ese caso, el lanzamiento se realizaría a las 20:30 horas de la Argentina.
Como es habitual en cada prueba de SpaceX, los interesados podrán seguir la acción en vivo a través de las plataformas oficiales de la empresa, tanto en el sitio oficial como en la red social X. Habitualmente, la transmisión comienza media hora antes del despegue.
La última prueba de Starship fue explosiva
En la primera semana de marzo, SpaceX realizó el octavo vuelo de prueba de su monumental cohete. Igual que había ocurrido en intento previo, los controladores en la Tierra perdieron el o con la sección superior de la nave, que luego explotó en el aire.
El megacohete de Elon Musk (que tiene más de 120 metros de altura) despegó desde el centro de operaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas. El primer despliegue fue exitoso: el propulsor Super Heavy se desacopló de la nave y regresó a la base, donde fue recibido y atrapado por un sistema de pinzas. Pero a los pocos minutos del lanzamiento, los controladores perdieron el o con Starship, que giró descontroladamente y explotó mientras avanzaba hacia el espacio.
Desde la compañía aeroespacial describieron a esta falla como un “desmontaje rápido e imprevisto” durante el ascenso. Las previsiones más optimistas contemplaban que el cohete realice una trayectoria suborbital de aproximadamente una hora, y que luego americe en forma controlada, en el océano Índico. También se esperaba que despliegue cuatro satélites simulados.
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La NASA sigue de cerca estos desarrollos, ya que el éxito de Starship es fundamental para sus planes futuros, incluyendo las previstas misiones tripuladas a la Luna y Marte.
