A todos nos pasa. Nuestra computadora, que hace solo unos años volaba, ahora pareciera que se arrastra como un caracol. Es que con el paso del tiempo y el uso casi diario que le damos, es normal que las PC comiencen a mostrar signos de fatiga.
Archivos innecesarios, programas obsoletos y configuraciones desactualizadas pueden convertir un equipo que tan solo meses atrás era veloz en una carretilla.
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Pero no te preocupes, sin necesidad de ser un experto en informática y con unos sencillos trucos y un poco de dedicación, podés devolverle la vitalidad a tu computadora y recuperar la velocidad que extrañás.
Los 8 pasos para limpiar tu computadora
1. Hacé un diagnóstico inicial: ¿qué ocupa espacio?
Antes de lanzarte a la limpieza, es fundamental entender qué está consumiendo el espacio en tu disco duro. Accedé a la configuración de Windows (tecla Win + I) y buscá Sistema > Almacenamiento. Ahí podrás ver un desglose claro de los elementos que están saturando tu equipo:
- Archivos temporales: estos son los residuos que se acumulan con el uso diario. Podés eliminarlos, pero asegurate de revisar tus descargas y la papelera de reciclaje para no perder documentos importantes.
- Aplicaciones innecesarias: Si hay programas que no usás hace meses, es hora de desinstalarlos y liberar espacio.
- Cuidado con las miniaturas y los archivos de caché: borrarlos puede liberar algo de espacio, pero también puede hacer que tu PC tarde más en cargar imágenes o páginas web después.
- 2. Organizá tu almacenamiento
Un disco duro desordenado puede afectar el rendimiento de tu PC. Windows ofrece herramientas para ayudarte a organizar tus archivos:
- Sensor de almacenamiento: Activá esta función en Configuración > Sistema > Almacenamiento para que Windows elimine automáticamente archivos temporales y vacíe la papelera cada 30 días.
- Uso de almacenamiento en la nube: Considerá mover archivos menos utilizados a servicios como OneDrive o Google Drive para liberar espacio en tu compu.
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- 3. Limpieza del arranque
Cada vez que iniciás tu computadora, varios programas se cargan automáticamente, lo que puede ralentizar el proceso. Para optimizarlo:
- Abrí el de tareas (Ctrl + Shift + Esc) y buscá a la pestaña Inicio. Desactivá los programas que no necesitás al encender el PC.
- Si deseás un análisis más profundo, herramientas como Autoruns pueden mostrarte todos los elementos que se inician con Windows.
- 4. Optimizá tu navegador
Los navegadores web son conocidos por acumular caché y cookies, lo que puede afectar tanto su rendimiento como el de tu PC. Para limpiar:
- En Edge, andá a Configuración > Privacidad, búsqueda y servicios > Elegir qué borrar y seleccioná Imágenes y datos en caché.
- Chrome y Firefox tienen opciones similares en sus configuraciones.
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- 5. Herramientas externas para una limpieza profunda
Aunque Windows tiene buenas opciones integradas, algunas herramientas externas pueden ofrecerte una limpieza más exhaustiva:
- CCleaner: Popular entre los s por su interfaz amigable y funciones avanzadas.
- BleachBit: Ideal para quienes buscan una solución básica pero efectiva.
- Treesize Free: Te ayuda a identificar cuáles archivos ocupan más espacio.
Recordá siempre revisar antes de eliminar cualquier archivo importante.
- 6. Cuidado con el registro
Limpiar el registro de Windows puede parecer tentador para mejorar el rendimiento, pero suele tener un impacto mínimo. Este paso es solo para s expertos. Si decidís hacerlo, utilizá herramientas confiables como Wise Registry Cleaner, asegurándote de hacer una copia de seguridad primero.
- 7. Deshacete de lo viejo
Si tu computadora está llena de fotos o videos antiguos que no revisás en años, considerá moverlos a un disco duro externo o subirlos a la nube.
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- 8. Mantené todo actualizado
Un sistema operativo y aplicaciones actualizadas son clave para un rendimiento óptimo. Asegurate de tener las últimas versiones instaladas para reducir errores y mejorar la seguridad.
