Tucumán, la provincia más pequeña de Argentina, es un destino que ofrece mucho más que su vibrante historia y naturaleza. Para quienes buscan un recorrido espiritual, Tucumán se presenta como un verdadero santuario de fe, con numerosos sitios religiosos que cuentan historias de devoción y tradición.
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La ciudad de San Miguel de Tucumán alberga algunos de los templos más emblemáticos del país. La Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación, una de las iglesias más antiguas de Argentina, es un punto de partida obligado.
Viaje por los circuitos religiosos de Tucumán para conectar con la rica herencia cultural de la región
A pocas cuadras se encuentra la Basílica Menor Nuestra Señora de la Merced, que guarda reliquias de gran valor histórico. No muy lejos, la Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario, conocida también como Iglesia Santo Domingo, es otro de los tesoros arquitectónicos y religiosos de la ciudad.
En las yungas tucumanas, la fe se fusiona con la belleza natural. La Iglesia Sagrado Corazón en Villa Nougués, con su arquitectura neogótica, es un refugio espiritual entre las montañas. A su vez, el monasterio Cristo Rey en El Siambón, ofrece un espacio de retiro y reflexión construido por monjes benedictinos.
En el Valle Calchaquí, la Capilla de la Virgen de Covadonga en El Mollar es un ejemplo de la devoción local, construida con materiales de la zona entre 1940 y 1950. El Museo Jesuítico de La Banda, una antigua estancia de 1718, ofrece una ventana al pasado religioso de la región.
Por último, las ruinas jesuíticas de San José de Lules, con su antigua capilla y convento fundados en 1670, son un testimonio de la influencia de la Compañía de Jesús en la región. Otras iglesias, como la parroquia Inmaculada Concepción en Lules y la Iglesia Jesuítica de San Ignacio de Loyola en La Cocha, son verdaderos tesoros históricos.
